Los militantes socialistas han dado una patada al malo conocido y se han decantado por el bueno por conocer. Al menos, por conocer como secretario general en Canarias. Ángel Víctor Torres, un político ajeno a la escena regional, ex alcalde de Arucas y vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, toma las riendas (o eso esperamos todos) de un descabezado y enfrentado PSOE canario. Con un discurso mucho más desagradable que el de Torres, Patricia y Juan Fernando, en segundo y tercer plano respectivamente, pasan ya a la reserva orgánica del partido, que intentará colocarse en un combativo espacio aún por definir. Los socialistas ya conocían a Patricia y a Juan Fernando, ambos ganadores de las elecciones a las que se presentaron; pero una cosa es ganar una contienda y otra, bien distinta, liderar un partido en sus órganos internos.

Para muchos socialistas, Patricia pasa a la reserva como la joven historia de una ambición desmedida, y Juan Fernando como el hombre que solo quiere ganar. Pero es que como cantaba Radio Futura: "ganar siempre es tentar a la otra cara de la suerte", y esa otra suerte, la de perder, nunca la llevó bien López Aguilar, que salió por patas cuando Paulino Rivero se aupó como presidente del Gobierno de Canarias. Sube muchos enteros Gustavo Matos, que es quién se ha encargado más visiblemente de llevar la campaña de Ángel Víctor en esta provincia. Y como este equipo es Sanchista, lo que se espera de él es coherencia y batalla: son tiempos nuevos y probablemente buenos.

@JC_Alberto