El problema viene cuando ellos, los que aplican las leyes con la soberanía del Parlamento, creen que es una cuestión menor o de ámbito individual. El segundo problema aparece cuando se formulan eufemismos a la violencia machista y se lucha en la batalla de la desigualdad con minutos de silencio; mientras se dispara con balas, se repele con bolas de papel, y es ahí cuando se pierde la guerra. El presidente del Cabildo anunció la retirada de la ayuda económica para el concierto de un reguetonero que respira machismo por los cuatro costados, auspiciado por miles de mujeres que no han entendido que siguen al mesías musical equivocado, cuestión que no exime a los políticos y promotores de su responsabilidad social y de género. Llama la atención que el Cabildo se haya dado cuenta ahora de las letras machistas, y el puritanismo reinante en algunos partidos no haya aflorado en el momento adecuado para vetar lo vetable. Sin embargo, los más espabilados consideran que la estrategia del presidente de la Administración insular obedece a mecanismo de defensa para tapar las desafortunadas declaraciones de Fernando Clavijo y sus "cuestiones individuales". En Canarias el PP se llevaba las manos a la cabeza cuando se organizaban festivales de rock alternativo con grupos de denuncia social como Soziedad Alkoholika o Boicot, a quienes acusaban de enaltecer el terrorismo, hasta el momento, sin ninguna sentencia que confirmara tal aserción. Pero su gesto de veto ideológico en pro de "una música para todos" no empataba bien con la permisividad con la que aplaudían los espectáculos de Kevin Roldán o Blurred Lines. Cientos de cadenas de radio destacan los éxitos de cantantes que hacen una sonrojante y descarada apología de la desigualdad de género, pero como lo que importa es la audiencia y el dinero, todo está permitido; eso sí, que ni se le ocurra a Alberto Garzón o a Pablo Iglesias tomarse un "gin tonic" en verano, que eso es de capitalista y Marx lo prohibía en el "Manifiesto comunista". ¿Es normal que tras 44 asesinatos en 2016 y casi 30 en 2017 el Gobierno tarde 6 meses, 66 comparecencias de expertos, tres prórrogas y una última jornada de ocho horas casi ininterrumpidas de debate para que la Subcomisión del Congreso encargada de redactar el pacto de Estado contra la violencia de género terminara su cometido? Como para ejemplo un botón, según un estudio realizado por Anesvad, Oxfam y la Unesco, el 79% de las personas que son vendidas y compradas para ser explotadas sexualmente son mujeres y niñas, procedentes sobre todo de Rumanía, Paraguay y Colombia, que han sido introducidas en Europa Occidental. Además, el 38% de las mujeres que mueren en el mundo es a causa de la violencia de género y, concretamente en nuestro país, una mujer es violada cada ocho horas según los últimos informes publicados de 2016. Otro dato: la brecha salarial todavía está muy presente, y cuesta creer que existan países en los que las mujeres cobren hasta un 75% menos al mes que los hombres; globalmente, solo el 21% de los puestos directivos son ocupados por mujeres. Las fachadas de los ayuntamientos están cansadas de los minutos de silencio.

@LuisfeblesC

Ramón