Entretenidos con las "microalgas", sus efectos sobre la salud y la relación con los vertidos de aguas residuales, en las Islas apenas han tenido eco los datos arrojados por la Encuesta de Condiciones de Vida, publicada recientemente por el Instituto Canario de Estadística (Istac). Tal y como publicaba EL DÍA en su edición del pasado 23 de agosto, según este estudio, tres de cada cuatro habitantes del Archipiélago tienen problemas para llegar a fin de mes, una situación que es especialmente grave para tres de cada diez, que se ven en serios aprietos para conseguirlo. Las cifras del sondeo reflejan una mejora leve de las circunstancias en las que se desenvuelven los canarios -aún peores que antes de 2013-, y también que la recuperación económica continúa sin llegar a una amplia capa de la población de las Islas. No es un hecho que se circunscriba solo a Canarias, pues el propio presidente del Consejo Económico y Social, Marcos Peña, lo señalaba estos días: "El último invitado a la fiesta de la recuperación es el trabajador". Ahora bien, aquí el impacto es mayor, en gran medida por ser la comunidad autónoma con los salarios más bajos. Otra de las cuestiones que se desprenden del mencionado sondeo es el aumento de la desigualdad, pues mientras los que peor lo estaban pasando permanecen sobreviviendo a duras penas, los que disfrutaban de una situación más favorable han mejorado su posición. Todas estas cuestiones influyen en la salud, el estilo de vida y, en definitiva, la felicidad y bienestar personal de los canarios. Una cuestión que el Gobierno no debe nunca perder de vista.

La recuperación del Plan Integral de Empleo de Canarias (PIEC), con 42 millones de euros para este año, es una magnífica noticia para las Islas, ya que afecta de lleno al principal problema que ahora mismo tiene el Archipiélago, su alta tasa de paro. Por ello, es a la vez una alta responsabilidad para aquellos que estén llamados a gestionar este montante de dinero. El propio director del Servicio Canario de Empleo (SCE), Sergio Alonso, lo advertía a la hora de valorar la aprobación del plan en el último Consejo de Ministros. El Gobierno central "reconoce las dificultades añadidas de Canarias para generar empleo", pero la demora a la hora de dar el visto bueno "conllevará un gran esfuerzo de gestión por parte del Ejecutivo canario", que tendrá que emplearse -nunca mejor dicho- a fondo para ejecutar la citada cifra en lo que queda de año.

Tampoco puede pasar desapercibido para los responsables públicos, estén en el Gobierno o en la oposición, el estudio publicado por este periódico el viernes 25 de agosto, sobre el perfil de los visitantes del Archipiélago en función de sus desembolsos. La conclusión es que casi la mitad de los turistas tienen unos ingresos anuales que oscilan entre los 12.000 y los 24.000 euros, y que sus gastos diarios no llegan a los 120 euros, incluyendo vuelos, alojamiento y gastos en las Islas. Sería interesante que también este tipo de cuestiones se debatieran en el Parlamento para ver en qué medida se está sacando rendimiento al principal sector de Canarias.