En tanto que: "1. Cualidad de indigno / 2. Acción indigna o reprobable" es lo que se me ocurre tildar, como mínimo, a esos dirigentes políticos que desde el Parlamento de Cataluña están llevando al Estado, y a la propia Comunidad en la que representan al Estado, a una situación deplorable desde todos los puntos de vista. Pero, desde luego, desde la consideración de la democracia.

El tristísimo espectáculo que vienen dando y que, de momento, ha culminado con la actuación antidemocrática pergeñada en el día de hoy (6 de septiembre de 2017, cuando escribo), menospreciando las advertencias de ilegalidad puesta de manifiesto por los propios servicios jurídicos de la institución, debiera ser suficiente argumento para que fueran reprobados por la ciudadanía catalana tales dirigentes. Dirigentes que llevan demasiado tiempo jugando con la paciencia de buena parte de los ciudadanos españoles, los catalanes también lo son. Y forzando la ley gracias a las garantías que nuestras propias leyes confieren.

Una presidenta del Parlamento de Cataluña, la señora Forcadell, que se atreve a recusar a todo el Tribunal Constitucional diciendo que el TC es una extensión política del Gobierno de la nación (española), debería ser inhabilitada "ipso facto" y puesta a disposición de la jurisdicción penal.

Es mucho lo que, desde gobiernos del PSOE y PP, se ha venido soportando, cuando no coadyuvando, para que haya venido a darse la situación tan grave en que nos hallamos en estos momentos. No se qué mecanismos de defensa, ahora, vaya a arbitrar el Gobierno de la nación, ni me interesa saberlo, para mantener la unidad de España y guardar y hacer guardar la Constitución, y salvar la democracia. Democracia que aquellos dirigentes políticos de allá han venido mancillando paulatinamente, y que lo hacen tanto más porque se erigen en demócratas siendo que sus postulados son totalitarios en grado sumo. Y sus prácticas.

Pretenden legislar, y legislan, ninguneando a la oposición, figura esencial de la democracia para ejercer labores de control a quien gobierna. Y lo hacen respecto a leyes de tanta importancia como es la pretendida independencia de aquella Comunidad respecto del Estado, de España.

Decía don Manuel Jiménez de Parga (q.e.p.d.): "La democracia es el régimen de la armonía social. Las personas y los grupos realizan tareas distintas, pero todas ellas producen un orden de articulación correcta" (?) "Las leyes, las Constituciones, los reglamentos, son principios fundamentales para la configuración del orden democrático. Pero no son suficientes. Si los gobernantes y los gobernados no se comportan democráticamente, aquellas normas jurídicas resultarán ineficaces. De ahí la necesidad de la educación política: los que están arriba deben actuar con urbanidad cívica, y el hombre común ha de poseer conciencia democrática".