Como español que me siento, me parece un despropósito que a escasos diez días del anunciado referendo catalán desconozcamos qué va a ocurrir. España afronta un golpe de Estado y sus ciudadanos ignoramos absolutamente cómo se va a defender la nación. No hay un protocolo establecido, no se adoptan medidas de la proporción que se debiera, y en este país lo que parece es que uno puede hacer lo que le salga del escroto. El Gobierno tenía que haber sido contundente desde un principio y no tener hoy a la Guardia Civil de imprenta en imprenta. Porque da hasta vergüenza. Rajoy ha hecho dejación de sus funciones como líder político de nuestro país, y hoy no existe un primer hombre en el que los españoles podamos depositar nuestra tranquilidad.

Mientras la reina Letizia hacía patria ayer inaugurando el curso escolar en Tenerife, que es lo que le toca, el pusilánime Gobierno que tenemos seguía achicándose a la hora de utilizar todas las atribuciones que le otorga la Constitución de cara a frenar la tropelía independentista. Y ya, a todo lo que haga llega tarde. No cabe esperar más que un choque de trenes en la propia calle: por un lado, tenemos a Rajoy diciendo que este asunto no se celebrará y, por otro, a los independentistas diciendo que sí. Y nosotros en la inopia. Ya, pase lo que pase, el ejecutivo ha perdido una oportunidad histórica para hacer saber, dentro y fuera de España, quién demonios lleva los pantalones en este país que tiembla el misterio.

@JC_Alberto