Siempre se nos van los mejores: ha fallecido un grande, Hugh Hefner, el creador de la revista Playboy y del imperio del mismo nombre. Icono internacional de los excesos, del fornicio y de una vidorra sin parangón, ha muerto a los 91 años en su famosa mansión. Su cabezazo definitivo lo dio rodeado de veinteañeras vestidas de conejitas que destellaban feromonas por los cuatro costados. Sin ir más lejos, su última esposa tenía 26 al casarse con él. Acudir a sus multitudinarias bacanales era sinónimo de relevancia en los Estados Unidos, pero sobre todo en Hollywood. El baloncestista Magic Johnson, famoso por no privarse de nada, cuenta que una vez se sorprendió al darse cuenta de que eran diez hombres para cien mujeres, una desleal proporción que nos invita a pensar qué harían las chicas sobrantes mientras cada macho estaba ocupado? ¿con dos?

El viciosillo de Hugh, que fue criado en la más estricta y represora educación, dio rienda suelta a sus fantasías y a su imperio desde que publicó el primer ejemplar de la revisa con fotos de Marilyn Monroe. Después de ella llegarían miles de famosas más. Playboy llegó a vender siete millones de revistas en un solo año antes de ser devorada por el sexo a la carta de internet. Y seguro que alguien me llamará de todo, pero me gustaría saber cuántos hombres no se hubieran cambiado por el bueno de Hugh aunque solo fuera un día. Hoy están de luto sus conejitas, su familia, sus siempre desconsolados amigos y los asiduos "usuarios" de la revista Playboy. Pero Hugh, te vas a ir al infierno?, y lo sabes.

@JC_Alberto