Con los ojos como platos y en una mesa del INEM es como un amigo de 55 años escuchaba este consejo surrealista de boca de una funcionaria. "A tu edad ya solo tienes dos opciones -le dijo-: la primera es que un colega te falsifique un contrato de trabajo de tres meses y luego te eche a la calle, así conseguirías una ayuda. La segunda es que delincas y te metan en la cárcel, al salir tendrás una paguita hasta la jubilación". Y es un fracaso como sociedad que por el único mérito de ser exconvicto te subvencionen hasta con 650 euros, mientras si tienes una carrera y dos másteres, te inviten a hacer trampa para tener un subsidio. Nuestra sociedad y quien la dirige son absolutamente incapaces de dar respuesta a un amplísimo colectivo de personas que yacen en el limbo más absoluto.

Mientras el Gobierno de España ha decidido que nuestra edad de jubilación sean los 67 años, la sociedad es incapaz de absorber la cuota de paro que tenemos, y lo que la mayoría de las administraciones hacen es meter y sacar a los parados en el mercado laboral para darles ayuditas puntuales. Ni los ayuntamientos, ni los cabildos, ni el Servicio Canario de Empleo, ni el INEM crean empleo: lo crean las empresas. Esas mismas empresas que una vez extinguida la subvención no tienen interés en emplear a nadie y devuelven al trabajador al paro. Y los responsables son la era digital, la crisis, la nefasta reforma laboral del PP, pero sobre todo una sociedad absolutamente incompetente a la hora de poner fin a los desastres que le acontecen.

@JC_Alberto