O mucho me equivoco, o anoche Felipe VI anunció la inminente puesta en marcha del artículo 155. La desfachatez con la que Puigdemont y Junqueras están atentando contra el Estado no tiene nombre. Junto a Forcadell o la propia Ada Colau, no han parado de trepar en una espiral de delirios e ilegalidades en la que en cada escalón subido, más que con un tropiezo, han encontrado un acicate para continuar con su locura. No han dado con absolutamente nada que los detenga, y los impedimentos con los que se han topado o se los han saltado, o los han convertido en fortaleza. Ni la Guardia Civil ni la Policía se hubieran imaginado jamás tanto odio amparado desde las instituciones públicas que nos representan a todos. Pero ayer, en la televisión, teníamos que ver como en un terrible para todos, estos bailaban Els Segadors, que es el himno de Cataluña.

Han alimentado el odio, han dividido a los catala-nes, se han saltado la ley en mil ocasiones, no han atendido a las llamadas al orden democrático y mientras, todos, nos seguimos preguntando hasta dónde va a llegar esa insubordinación a los principios básicos de la convivencia que todos nos hemos dado. Anoche, el rey daba en televisión ejemplo de firmeza nacional y llamaba al Estado a restaurar el orden constitucional, asunto que a día de hoy no se entendería si no significara la asunción de las competencias que la Generalitat ha despreciado. Y ya era hora.

@JC_Alberto