Mi amigo y colaborador radiofónico Manolo Herrador me comentaba desconsoladamente algo que lo dejó cabizbajo y meditabundo. Este finde vio a Concha Velasco entrevistar al también actor Arturo Fernández en el programa "Cine de Barrio". Concha contaba que a Arturo le faltaban dos años para cumplir los noventa, asunto que al ver Manolo la lozanía y el desparpajo del entrevistado no creyó. Apresuradamente, lo buscó en Google y tachán…: era cierto. Y es que la genética es caprichosa logrando que Arturo Fernández parezca veinte años más joven y Paquirrín, por ejemplo, un viejo desde que era un imberbe. Sin embargo, el asombro de Manolo lo hizo ir más allá. "Es que el tipo -me dijo- hace dos representaciones teatrales cada día ¡con noventa años!"

La conversación entre hombres se fue poniendo calentita y, claro, nos mató la certeza: ¿en qué coinciden las vidas de Arturo Fernández, el recientemente fallecido dueño de Playboy Hugh Hefner y nuestro recordado Papuchi? Pues que los tres eran unos fornicadores de tomo y lomo, se pasaron la vida de cama en cama dando cera allá donde pudieron, llegando a la senectud más lúcidos que nadie y en perfecto estado de revista. Entonces, Manolo me miró ojiplático mientras se me preguntaba en voz alta que quizás era esto lo que había que hacer para llegar a feliz nonagenario. Y aquí, sin que lo sepa nadie, les tengo que confesar que el asombro de Manolo es también el mío: chiquitas tres fieras de la farándula ¿O no?

@JC_Alberto