Frente a la teoría de que si algo funciona es mejor no tocarlo, algunos partidos políticos han iniciado el camino para la reforma del sistema electoral de Canarias. Como todos deberíamos saber, el Parlamento regional está formado por sesenta ilustres diputados que se eligen en circunscripciones insulares. Quince en cada una de las dos grandes islas, Tenerife y Gran Canaria, otros quince en las tres islas de nuestra provincia (La Palma 8, La Gomera 4 y El Hierro 3) y otros quince en las dos islas de la provincia de Las Palmas (Lanzarote 8 y Fuerteventura 7).

Los creadores de este sistema lo articularon sobre un sistema de equilibrios que daba respuesta a la historia de broncas y desconfianzas que había protagonizado la fratricida historia de Canarias. Las dos provincias tenían los mismos diputados. Las dos islas mayores lo mismo. Y las islas menores contaban con los mismos escaños que la suma de las dos grandes. Aquel sistema se conoció como "la triple paridad" y ha venido funcionando desde los años ochenta hasta hoy.

Como algunos partidos insulares, firringallos políticos que obtuvieron uno o dos diputados claves para hacer mayorías, se dedicaron a ordeñar los presupuestos (es decir, lo mismo que hace Canarias en Madrid), las grandes fuerzas políticas decidieron establecer unos "topes electorales"; es decir, unas barreras que hacían difícil poner las nalgas en el Parlamento. Para que un partido pueda tener algún escaño debe superar el 30% de los votos de una isla o el 6% de los votos regionales. Con estos porcentajes se dificultan las aventuras insulares, aunque de rebote se consiguieron cosas como que Ciudadanos, con más de cincuenta mil votos, no lograse tener ninguna plaza en la cámara legislativa canaria. También ocurre a nivel nacional, que conste: el partido animalista, PACMA, que no tiene ningún escaño, sacó en el conjunto de España más votos que algunos nacionalistas (CC, Bildu o PNV).

Como en Canarias se creaba una sola cámara, se decidió mezclar en ella los principios que rigen en el Congreso y el Senado fundidos en una sola institución. El Parlamento de Canarias representa tanto a los ciudadanos como a los territorios. Así que se decidió primar a las islas menores dándoles más diputados de los que les corresponderían por población (El Hierro tiene menos que cualquier barrio de Santa Cruz). Es el mismo caso de las provincias en el sistema electoral español. Por ejemplo, con menor población que Canarias, Castilla La Mancha, con cinco provincias, tiene 21 diputados, mientras que las islas sólo tienen 15.

Los partidos políticos canarios entienden hoy que se impone la realidad poblacional y que es necesario "corregir" lo que diseñaron los padres de la autonomía canaria en los textos fundacionales. Lo primero que se proponen es reducir los "topes" electorales. Y además defienden que las islas mayores con el ochenta por ciento de la población no pueden tener los mismos diputados que las cinco menores, que solo tienen el veinte por ciento de los habitantes de Canarias. Eso quieren corregirlo con una lista regional de diez o quince diputados, a los que se votaría en toda la Comunidad autónoma.

La parte más polémica viene con el caso de Fuerteventura. Algunos partidos sostienen que deben adecuarse los diputados a la población, ya que esa isla tiene 107.000 habitantes y siete diputados, frente a La Palma que tiene 81.000 habitantes y ocho escaños. Pero eso plantea dos grandes cuestiones.

Primera: aunque la población sea mayor, la realidad es que el censo electoral de Fuerteventura es menor que el de La Palma. Es decir, que hay mil y pico personas menos con derecho a voto (sí, es asombroso, pero es así debido a la gran cantidad de inmigrantes que trabaja en el turismo y el comercio). Así que ¿el número de diputados se debe corresponder con los electores o con toda la población?

Segunda: si se decide dar un diputado más a Fuerteventura, por esos veinte mil habitantes más, ¿cuántos le corresponderían a Tenerife, que tiene 50.000 habitantes -y votantes- más que Gran Canaria? ¿Tendría nuestra isla, aplicando los mismos criterios poblacionales, dos escaños más en el Parlamento? Si el pleito ya es una cosa superada y hay que "corregir" diputados de acuerdo a la población, está claro que la respuesta es que sí. Pero ya verán ustedes que será que no. Porque lo de la población es según y cómo. Y el ataque de nervios que les va a dar a algunos que yo me sé va a terminar con el trankimazín en las farmacias.

Lo más divertido de vivir aquí, además de la cerveza y el solajero, es la oportunidad de vivir broncas como la que se montará cuando los que proponen la reforma acusen de insularismo a los chicharreros cuando se les ocurra pedir -con los mismos argumentos poblacionales- dos diputados más para esta isla. Y ya verán qué pasa, porque la política en Canarias es puro surrealismo.