Todas las quinielas que hacen los críticos y asesores gastronómicos van dirigidas a que el próximo día 22 de noviembre, cuando se den a conocer en el Hotel The Ritz-Carlton Abama, en el Sur de Tenerife, el listado de los restaurantes de España y Portugal que obtengan una nueva estrella Michelin, o que consoliden las que tienen, probablemente Canarias conquiste una nueva estrella para lucir en su reluciente palmarés gastronómico que la hace estar presente en el panorama nacional e internacional, donde solo destacan los mejores; como sin duda lo son el MB con dos estrellas y el Kabuky con una, cuyos respectivos restaurantes se hayan dentro del hotel Abama; y el Kazán asentado en Santa Cruz de Tenerife y el Rincón de Juan Carlos situado en Los Gigantes, con una estrella Michelin cada uno.

Tenerife, pues, se va a convertir en noticia a nivel global; en un escaparate gastronómico donde acudirán los mejores chefs del mundo; en una fiesta donde se pondrá de manifiesto que el acto de la comida no es no solo una necesidad, sino todo un placer para los sentidos. De hecho, en todas las encuestas que se llevan a cabo sobre las razones que los turistas que nos visitan eligen como requisitos para optar a un determinado lugar para pasar sus vacaciones se encuentran la seguridad, el trato y la hospitalidad, la distancia a su lugar de origen, la relación calidad-precio del viaje y de su estancia, el clima y, por supuesto la calidad y variedad de la comida.

Y nosotros tenemos todo eso y más. Pues Canarias en General y Tenerife en particular, hace tiempo que se ha convertido en una confluencia de caminos marítimo-aéreos que la convierte en un puente entre tres continentes; y sus influencias gastronómicas son muy variadas y, a la vez, únicas. Tenemos una comida de mercado excelente, y nuestros productos locales son óptimos para ser elaborados en las mejores cocinas, además de contribuir a mantener y desarrollar un sector y una industria que son vitales para nuestro desarrollo económico, y que son reflejo de nuestra historia y, a la vez, conforman nuestro entrañable y maravilloso paisaje.

Durante todos estos años la cocina canaria ha sabido mantener los estándares de calidad y exigencia que exige la guía Michelin: abierta a la modernidad pero sin olvidarse de las elaboraciones tradicionales; ofreciendo las mejores materias primas elaboradas con profesionalidad, amor y con las mejores técnicas disponibles; pero a la vez una cocina lógica, asentada y vinculada con la tierra y con las costumbres culinarias del archipiélago canario; además de ofrecer una cocina de producto, también se ofrece una cocina internacional, como la japonesa adaptada a los sabores mediterráneos o la asiática en general interpretándola desde una óptica gastronómica más occidental.

No ha sido fácil que fuera Tenerife la elegida como sede de la entrega de dichos galardones, ya que estaban en disputa lugares tan emblemáticos como Santander o Lisboa. Según explicó la directora comercial de Michelin Travel Partner para España y Portugal, Mayte Carreño: "Este año ha habido un punto de inflexión, y se ha roto el techo de cristal de las ciudades que querían acoger la gala. Eso significa que, gastronómicamente, están pasando cosas importantes en muchos sitios, y Tenerife es, sin lugar a dudas, uno de esos lugares" Esta elección supone además la implicación, tanto del Gobierno de Canarias como del Cabildo de Tenerife, isla que recibe más de cinco millones de viajeros al año; además de distintos patrocinadores y de la cadena Ritz-Carlton, cuyo director general del hotel Abama, Hugo Lecanda, ha puesto a disposición de dicho evento todos los recursos logísticos y humanos del hotel, porque como dice el propio director, "La gala es una forma de darnos a conocer al mundo".

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