Resulta imposible de creer, pero según el profesor David Spiegelhalter, reputado Bioestadista de la Universidad de Cambridge, será así. En 2030 las parejas dejarán de tener sexo. Según revela este informe, el promedio de encuentros sexuales en la pareja en el año 1990 era cinco al mes, la cifra disminuyó a cuatro en el año 2000 y en 2010 se convirtió en tres.

Pero la culpa ¿de quién sería? Pues de la tecnología, las series y las redes sociales. A eso apunta el investigador de Cambridge, quien acentúa que en la actualidad las parejas prefieren usar su tiempo de relax viendo el último capítulo de "Juego de Tronos", chateando con sus amigos, atentos a las redes sociales o pasando horas navegando por Internet.

Otro estudio realizado por la psicóloga Jean M. Twengeen, en la Universidad de San Diego, Estados Unidos, con más de 26 mil personas de diferentes edades, señala que los millennials (generación que llega a la vida adulta en el año 2000) es la que menos sexo tiene debido al tiempo que dedican a las redes sociales, a la tecnología y al gusto por las series de televisión, ya que prefieren el individualismo.

Nuestra realidad hace que esto sea impensable, el sexo y nuestra sexualidad son básicos en nosotros como personas y en cómo nos relacionamos. En la pareja, el amor y la relación sexual es básicamente lo que marca la diferencia con otro estilo de relaciones más amistosas.

El sexo es la manifestación más íntima de nuestro ser. Durante la expresión de nuestra sexualidad, o bien durante la relación sexual, nos comportamos tal como somos. En función de con quién nos relacionemos y el feedback que recibamos habrá todo un estilo de respuesta. Podemos ser de una u otra manera con la pareja con la que estemos, en función de un conjunto de variables donde la química, el deseo, la confianza, la autoestima, la experiencia, el grado de intimidad, o la seguridad, entre otras, harán que cada encuentro pueda variar.

El sexo con amor y en la pareja no incluye sólo el coito, va desde la seducción, las caricias, el abrazo, el beso, las palabras, hasta el momento cumbre de finalizar ese encuentro mediante la unión de ambos. El cómo está la relación de pareja también se ve proyectada en la relación sexual, la falta de entendimiento o los problemas de convivencia también se reflejan entre las sábanas. Una relación sexual no es un mero intercambio de fluidos o placer. Es comunicación, y cuando ésta no funciona en el día a día es muy difícil que fluya en el dormitorio. Hay parejas que cumplen la excepción de la regla, la química hará que funcionen bien. El problema será ¿hasta cuándo?

Si estamos destinados de forma lenta y gradual a no tener relaciones sexuales con nuestra pareja, por ocupar el tiempo en distracciones que nos alejan de ella, aún estamos a tiempo de pararlo. En tiempos anteriores, por poner un ejemplo, la televisión solo tenía uno o dos canales que finalizaban a cierta hora, y eso hacía que se pasase más tiempo de "sin nada que hacer" y que para entretenernos buscáramos más intimidad con nuestra pareja. ¿Qué aprendemos de esto? ¿Que hay que tener más tiempo libre para tener sexo? Hoy en día muchos dormitorios, tras apagarse la luz de la pantalla del televisor, quedan encendidas las de los móviles, da a reflexionar, ¿no?

Muchas veces, cuando estamos solos y aburridos, tendemos a masturbarnos para entretenernos, buscamos alguna imagen visual o mental y así pasamos el rato. Ese individualismo naciente, la inmediatez predominante de los últimos tiempos y esa facilidad de acceso a imágenes, hace que despierten el deseo, y que se conviertan en uno de los problemas de la falta de unión entre dos. ¿No sería mejor si estuvieses acompañado? Pero en ese momento piensas que como no está, o que cuando llegue estará cansada/o, pues no pasa nada... Y si por casualidad me busca, no diré que no, y sigues adelante. Así se suele pensar, pero ¿sabes qué? Que una vez satisfecha/o, tu actitud es diferente, y eso lo nota la otra persona. No siente tu deseo.

Hagamos que las estadísticas se equivoquen y que los promedios de encuentros sexuales de la pareja se inviertan. Que no reine el individualismo ni esa necesidad de inmediatez, que no sea sólo lo que yo quiero y en el momento que quiero. Quizás tu pareja, aunque esté más ocupada, también necesita ese contacto contigo.

La pareja es generosidad y un sano egoísmo, todo ello bien equilibrado. Hay pautas que no debemos olvidar, como por ejemplo dejar el móvil en la entrada de casa, ponernos un límite en el tiempo de televisión y no irnos tan cansados a la cama. Ser más cariñosos, estar más atentos a la pareja, una buena escucha y comunicación, hacernos sentir queridos e importantes. Recuerda que la relación sexual empieza con los buenos días y culmina con el coito. Sedúcela/o, cuídate, hazte apetecible y por favor, deja esa ropa de estar en casa, roída y vieja en la basura, eso no te lo pondrías con una nueva conquista ¿verdad? Buscad momentos para estar los dos solos, fuera de la rutina y de las responsabilidades, vale la pena. Os sentiréis mejor, más unidos y con más conexión. Al fin y al cabo, ¿no es para tener sexo?

*Psicóloga y Terapeuta

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