Los agentes de Santa Cruz andan destrozándole las Navidades a más de un vecino. Y si no son todos, son demasiados. Al parecer no llegan a un acuerdo en no sé qué materia con el Ayuntamiento, y a quien se dedican a hacer la puñeta es a los chicharreros, que de paso somos los que les pagamos el sueldo. Me parece un chantaje vil que pone de manifiesto que lo único que les importa en este asunto son ellos mismos, porque cascarle casi trescientos euros a un vecino, con la grúa más la grúa, a estos les duele bastante poco. Están haciendo lo mismo que con una buena parte de los taxistas el año pasado: ¿se acuerdan ustedes cuando colapsaron Tres de Mayo para reclamar el cambio de tarifa y que el Ayuntamiento les comprara las licencias? Los taxistas les amargaron las Navidades a muchos vecinos y a muchos comercios por su egoísmo particular. Y hoy la Policía Local está haciendo lo mismo.

No sé si les faltan cartucheras, porras o mixtos; no sé si son medios o solamente piden más pasta: me da igual. No es admisible que los agentes de la ley coaccionen a la institución a la que sirven de esta manera. ¿Se imaginan ustedes a la Policía Nacional o a la Guardia Civil tomando represalias de este estilo contra el Estado español y utilizando como reos a los ciudadanos? Atrás quedan los tiempos en los que cuando aparcabas en doble fila para ir a una farmacia te invitaban con una felicitación navideña a que no tardaras por el bien común. Ahora, con la ley en la mano, se enfrentan de mala manera a sus vecinos. Y la gente está harta. No hay derecho.

@JC_Alberto