Los que se nos avecinan con la situación catalana. Escribo este comentario en la tarde del día 21 de diciembre, cuando se está produciendo la introducción de papeletas en las urnas, esta vez sí válidas y con censos oficiales, en los colegios electorales de aquella comunidad.

Por lo acontecido en la campaña electoral (debates, confrontaciones, descalificaciones, insultos, candidatos en prisión preventiva, candidato fugado del territorio nacional, si no alguna cosa más grave) y por los sondeos demoscópicos, intuyo que poco o nada va a cambiar respecto de la situación a que nos han llevado unos dirigentes "catalonios" más interesados en esconder sus vergüenzas (3% y otras lindezas) que en el bienestar de la ciudadanía que constituye aquella comunidad y que, desde hace bastantes años, había mostrado una seña de identidad a la que todos los pueblos de España habíamos contribuido con capitales, con recursos humanos, con decisiones gubernativas centrales de localización industrial, de infraestructuras, etc., etc.

A la situación, que considero de muy difícil solución, hemos llegado por la apatía, o simplemente miedo, de los gobernantes del Estado para poner coto a lo que ya se veía venir desde hace algunos años. Ni PSOE, primero, ni PP, después (que son quienes han gobernado España desde 1982), fueron capaces, y valientes, de asumir la intervención necesaria para poner coto a múltiples incumplimientos legales y constitucionales que se venían produciendo descaradamente ¡Mi dejación y cobardía por un presupuesto! Presupuesto General del Estado que posibilitaba seguir gobernando, aunque eso de "gobernar" llevase implícito mucha falacia.

Gobernaron dos tripartitos en Cataluña, con dirección política de socialistas catalanes: Maragall y Montilla. Se fue incrementando la corrupción, el deseo independentista y la decadencia de integridad en el conjunto español. El objetivo prioritario de aquellos tripartitos era erradicar a la representación de un notable número de españoles (PP) de toda institución pública. Era una aberración si lo contemplamos desde la democracia y del socialismo. Y de aquellos polvos, estos lodos.

Y qué del PP del Sr. Rajoy. Con un canguelo importante, dormitando cualquier decisión para atajar lo que ya estaba encima. Aplicar el necesario "155 de la Constitución" lo fue por la presión de Ciudadanos y el beneplácito del PSOE. Si no hubiera sido por estos, no se habría atrevido a plantearlo en el Senado pese a su mayoría absoluta. Pero ahora, durante la campaña electoral del momento, no ha dejado de presumir de "su decisión" de aplicar aquel artículo como si ello deviniera de su propia fortaleza e integridad. Falsos.

¡¡Feliz Navidad para todos!!