La Navidad es el momento perfecto para parar el tiempo y sustituirlo por tiempo. Tiempo para volver a ser niños y disfrutar con los niños, tiempo para conversar, para escuchar, para parar y para pensar.

Tiempo para reír, para llorar y para sentir. Tiempo para olvidar lo malo y recordar lo bueno, tiempo para disfrutar, para compartir y para ayudar, tiempo en definitiva para soñar en todo aquello que deseamos para el futuro.

Desde la primera institución de la Isla, ese es nuestro principal deseo, que todos los hombres y mujeres de Tenerife puedan disfrutar de esos pequeños momentos que nos ofrece la vida y que pasan muchas veces desapercibidos. Pero también es el momento de reflexionar sobre las prioridades que nos hemos marcado quienes tenemos la responsabilidad de gobernar y que pasan por lograr el máximo bienestar de la sociedad. Por eso el próximo año 2018 queremos dedicarnos de lleno en aquéllas políticas enfocadas en el bienestar de las personas. Hablamos de la atención especializada en domicilios para personas ancianas o incapacitadas. Hablamos del aumento de plazas en nuestra red de centros de día o en residencias para mayores. O hablamos de la financiación de las acciones que realiza el Cabildo para la inclusión de personas que se han visto apartadas de unos mínimos estándares de vida.

Pero también queremos echar una mano a una gran clase media que necesita de medidas que ayuden a mejorar su calidad de vida. Por eso hemos creado un bono de transporte público para jóvenes para que por poco más de treinta euros al mes puedan desplazarse por toda la red de la Isla. Porque eso descarga un gasto más de los presupuestos familiares. Por eso creamos becas para que jóvenes de nuestra isla puedan viajar al extranjero para perfeccionar su conocimiento y competencia en otros idiomas. Y por eso dedicamos una partida al deporte y colaborar con las familias para que sus hijos puedan desarrollarse físicamente en actividades de salud y en hábitos de competición que les hacen mejores.

Atravesamos los peores años de la crisis económica intentando que nadie se quedara en la cuneta. Y a pesar de que fue imposible paliar todos los efectos de la depresión social y económica, ayudamos a miles de familias a salir adelante. Porque eso era lo prioritario. Las cosas hoy parecen ligeramente mejores, pero aún quedan secuelas que debemos seguir atendiendo.

Seguiremos en nuestra batalla contra el paro porque lentamente, más lentamente de lo que quisiéramos, la estamos ganando. El Cabildo intensificará a lo largo del próximo año diversas actuaciones vinculadas a las personas con menor capacidad para lograr acceder al mercado laboral, a la reconversión profesional de trabajadores procedentes de la construcción y a personas con discapacidad. A ellos vamos a destinar también una parte importante de nuestros recursos.

Estoy convencido de que invertir en infraestructuras es importante, por eso mi batalla personal para que las administraciones inviertan para no perder tanto tiempo en cola o para culminar los hospitales.

Pero sin duda, la mejor infraestructura es el cerebro. Y dedicaremos una parte relevante de nuestro esfuerzo a amueblar mejor el talento de las nuevas generaciones en el terreno de las actividades del futuro, en la cultura, la innovación, la creatividad, el deporte. Todo ello a través de la estrategia Tenerife 2030.

Estoy convencido de que en esta isla las cosas, poco a poco, van mejor. Tenerife se sitúa hoy como la isla que es punta de lanza del crecimiento y la recuperación económica y social de Canarias y eso lo estamos consiguiendo entre todos.

Pues en realidad me gustaría que en esta Navidad no faltara la ilusión en los rostros de los más pequeños, en esos en los que pensamos cuando diseñamos Tenerife 2030. Pero que tampoco la pierdan sus padres y madres, para quienes ponemos en marcha políticas de empleo específicas, ni los mayores, que también necesitan atención o las personas con algún tipo de discapacidad.

En esas personas pienso en todo momento y por eso a veces me enfado y me pongo en el lugar de las personas que padecen los problemas de tráfico, o que esperan en las urgencias de los hospitales. Reclamo por ellos mejoras en sanidad o en carreteras y en la medida de las posibilidades y competencias de esta Corporación tomo las medidas necesarias para solucionar esos problemas.

Deseo de corazón que este nuevo año llegue cargado de salud, bienestar y oportunidades para quienes más lo necesitan. Y les aseguro que nuestro principal empeño seguirá enfocado a lograr que las cosas buenas ocurran.

¡¡¡Feliz Navidad!!!

*Presidente del Cabildo de Tenerife