Siempre me ha llamado la atención la peculiar situación geográfica de la ciudad rusa de Kaliningrado. ¿Una isla entre dos penínsulas? No es exactamente así, pero su posición no deja de ser muy curiosa.

Desde luego no llega a tener la peculiaridad que tuvo Berlín tras la Segunda Guerra Mundial. Recordemos: la actual capital de la República Federal Alemana -tras la contienda mundial y hasta la reunificación fue Bonn; Berlín Oriental lo era de la República Democrática Alemana- era una auténtica isla rodeada por sus cuatro puntos cardinales por la Alemania comunista. Es más, la distancia más cercana desde Berlín a un punto de la República Federal Alemana era de 300 kilómetros, como pude comprobar en un largo trayecto en tren a finales de la década de los 80 del siglo pasado.

¿Cuál es la característica de Kaliningrado? Es una ciudad marítima rusa, que está situada al sur de Lituania y al norte de Polonia, ambos países pertenecientes a la Unión Europea. Parece que lo lógico hubiese sido que tras el derrumbe de la Unión Soviética y su cristalización en quince países -Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, tres bálticos, tres caucásicos y cinco en Asia Central-, Kaliningrado no fuese una parte de Rusia. Su situación entre dos países de la Unión Europea ha hecho que las infraestructuras tanto de carreteras como de trenes entre Lituania y Polonia, en vez de ir en línea recta, tengan que hacer un zigzag para rodear este territorio ruso.

Llegados a este punto, cabe recordar que aunque la situación geográfica de Kaliningrado es inusual no es única. Así, a nivel mundial, por ejemplo, la base naval de Guantánamo es un territorio de la isla de Cuba que Estados Unidos mantiene bajo arriendo por tiempo indefinido. Hay ejemplos, en España, de ciudades que están englobadas geográficamente en una determinada provincia o comunidad autónoma y pertenecen administrativamente a otra, como, por ejemplo, el condado de Treviño, enclavado en Álava y que forma parte de la provincia de Burgos, o Villaverde de Trucíos, enclavado en Vizcaya y perteneciente a Cantabria.

Hay que señalar que el motivo de que Kaliningrado sea una ciudad portuaria rusa es que nunca fue polaca ni lituana. De hecho, era una ciudad báltica prusiana, la antigua Königsberg, y fue al finalizar la Segunda Guerra Mundial cuando pasó a pertenecer en 1945 a la URSS.

Königsberg fue territorio prusiano hasta la unificación de Alemania en el siglo XIX, de la que pasó a formar parte. Tras la Primera Guerra Mundial, el territorio de Prusia Oriental, junto con Königsberg, quedó aislado de Alemania por el corredor polaco y la ciudad libre de Danzig (famosa durante el siglo XX por ser el inicio de la Segunda Guerra Mundial y el nacimiento del sindicato Solidarnösc, que, liderado por Lech Walesa, fue fundamental para la llegada de las democracias a los países comunistas del Este de Europa).

Tras la contienda mundial, la Prusia Oriental fue dividida en dos partes, siendo la septentrional anexionada por la Unión Soviética, incluyendo Königsberg, que fue rebautizada como Kaliningrado, en homenaje a Mijaíl Kalinin, revolucionario bolchevique y político soviético, que fue presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS entre 1938 y 1946.

Kaliningrado fue y es actualmente una ciudad estratégica, antes para la URSS, ahora para Rusia, en su constante búsqueda por acceder a puertos libres de hielo en invierno. Ocurre con el puerto de esta ciudad báltica, y también con los puertos de Crimea, en el mar Negro, recientemente arrebatados a Ucrania.

En Kaliningrado disputará España ante Marruecos el tercer partido -y quizás decisivo- de la primera fase del Mundial de fútbol 2018, que se disputará en Rusia.

Kaliningrado, un enclave estratégico ruso con una muy peculiar situación geográfica.

*Presidente de TuSantaCruz