En el día de ayer a las 20:10 horas se remitió una nota de réplica a los directores de Canarias7 y Canarias Ahora respectivamente. Incluso se les envió un mensaje a sus móviles advirtiéndoles de la remisión del texto. Sin embargo, aquellos que se presentan como defensores de la libertad de expresión han censurado mi escrito e incluso se atreven a mentir en un editorial asegurando que no he dado la cara. No es la primera vez que ocurre, son varias las veces que he pedido responder o rectificar alguna de sus informaciones inexactas sin éxito. Esta es la nota de réplica íntegra y sin retoques.

"Ante las informaciones publicadas en los últimos días en las que se afirman que he censurado la presencia de un colaborador de Canarias Radio por cuestionar la integridad profesional del personal de informativos de la RTVC les ruego publiquen íntegramente esta nota acogiéndome al derecho a réplica que me asiste.

Nuestra sociedad es cada vez más exigente. Los ciudadanos exigen saber más y mejor. Estar informados de la manera más equilibrada posible, con mayor número de datos, con inmediatez y con solidez. Una exigencia aplicable a las opiniones por lo que es un hecho habitual que en las tertulias de radio se renueven sus participantes acogiendo voces diversas tal y como hacen todas las emisoras con el inicio de cada temporada o cuando consideran que los cambios se hacen necesarios en función de la respuesta a sus resultados.

Si es complicado preservar los equilibrios en un medio de titularidad privada más lo es en un medio de comunicación público. En un contexto en el que solo se persigue el deterioro de nuestra televisión y radio para satisfacer intereses que nada tienen que ver con el servicio público, la posverdad goza de un excelente ambiente para su cultivo y crecimiento, léase por posverdad lo que siempre se ha reconocido como la construcción de un hecho falso que sin su debido contraste hacemos pasar, por cierto. Sea como fuere las prioridades en la radio y televisión públicas son, como no puede ser de otra manera, la verdad, la calidad, la cercanía y el equilibrio.

Y precisamente del equilibrio surge la decisión que tanta polémica ha suscitado en algunos medios de comunicación.

Hemos revisado las tertulias de la mañana de Canarias Radio y detectamos que precisamente se quiebra el principio del equilibrio al que estamos obligados. Seamos claros, no parece razonable que mientras la mayoría de periodistas contertulios trabajan o colaboran en el mismo periódico, Canarias7, algunos desde hace diez años en antena, no haya ninguna voz del resto de las cuatro cabeceras canarias, es más, los periódicos líderes en ambas provincias: El Día y La Provincia no tienen voz en la radio pública canaria. Canarias7, por el contrario, cuenta con hasta cinco representantes.

No quisiera minusvalorar la aportación de todos los que llegan hasta las casas canarias a través de las ondas de Canarias Radio, es valiosa y generosa, dado que se hace de manera altruista y por el simple hecho de disfrutar de la radio, pero la radio y televisión públicas no son propiedad ni una plataforma personal ni editorial de nadie. Y son muchas otras las voces que pueden aportar propuestas a la sociedad canaria y tenemos la obligación de que cuenten con su espacio. Tal y como se ha hecho siempre en este medio, en la radio, se debe dejar paso con generosidad, ceder el sitio a otros que también tienen algo que decir.

A pesar de lo que se ha denunciado, el relevo de don Rafael Álvarez Gil, un colaborador invitado a la radio pública con quien no hay suscrito contrato alguno, nada ha tenido que ver con sus artículos publicados en el periódico Canarias7.

Son muchas las columnas que ha escrito contra mi persona y la gestión de la televisión y jamás se le ha negado su participación. Esto es un hecho incontestable. Los artículos del Sr. Álvarez Gil en el Canarias 7, llevan mucho tiempo manifestando una hostilidad que incluso ha alcanzado al personal de la RTVC y nunca se le ha limitado su colaboración. En los tres últimos meses he contabilizado seis artículos claramente críticos y siempre he respetado su opinión como corresponde a los principios democráticos a los que me debo. Lamento que vincule su relevo con sus artículos y no con una natural renovación de unas tertulias en una radio que tras muchos años busca seguir evolucionando y que debe renovar sus colaboradores, programas o contenidos como hace cualquier otro medio para adaptarse a una realidad cambiante. Y lamento que ni siquiera se dirigiera a mí para darle las explicaciones que él considerara necesarias si no había recibido el trato adecuado. Hacer de esta situación una denuncia de agresión a la libertad de expresión en la radio pública no se corresponde con los hechos, aunque me hubiera gustado la misma reacción cuando he intentado expresarme y aquellos que ahora claman a favor de la libertad de expresión no tuvieron ningún reparo en intentar silenciarme cuando quise denunciar los probados e injustificados ataques sufridos contra mi persona sin derecho a defensa.

No es justo escuchar tan duras críticas sobre la falta de equilibrio en RTVC de personas que admiten que no nos ven ni nos escuchan y solo se pronuncian al amparo de intereses particulares que solo contribuyen a la erosión de este servicio público".

*Presidente de Radiotelevisión Canaria (RTVC)