Hace sólo unos días el pleno de Santa Cruz de Tenerife aprobó una moción del Partido Popular que tuve la responsabilidad de defender para sumarnos desde el Ayuntamiento al mantenimiento de la prisión permanente revisable.

Esta figura, que incorporamos al Código hace dos años, ofrece una respuesta firme pero plenamente constitucional frente a aquellos condenados por crímenes atroces que al quedar sin efecto la doctrina Parot se beneficiaron sin el menor arrepentimiento de los mecanismos de reducción de pena y, de esa forma, recobrar la libertad después de unos pocos años de prisión.

Todos somos testigos de los casos en que algunos de esos criminales volvieron a delinquir al poco tiempo de volver a la calle.

Por ello, la necesidad de tener un mecanismo que mantenga en prisión a los asesinos de menores o personas vulnerables, a violadores que matan a sus víctimas, a terroristas, sin que puedan reducir su pena acudiendo a los beneficios penitenciarios, se hace imprescindible para nuestra sociedad.

Nosotros, desde el Partido Popular, defendemos en solitario el mantenimiento de la prisión permanente revisable frente al propósito conjunto de las fuerzas políticas de izquierdas, populistas y nacionalistas de volver a una situación que beneficia a los delincuentes y no a las víctimas o a sus familias.

La prisión permanente revisable no es equiparable a la cadena perpetua, sino que establece un tiempo de prisión que no se podrá reducir para salir en libertad provisional, y que la misma se podrá solicitar superado ese tiempo de prisión, poniendo en manos de la Justicia cada uno de los casos y verificar fehacientemente si se dan o no las condiciones de arrepentimiento y reinserción antes de volver a convivir en nuestros barrios y con nuestras familias.

La fórmula de la prisión permanente revisable está ampliamente homologada en el contexto de la Unión Europea. No somos por tanto ninguna excepción. Reino Unido, Alemania y Francia son algunos ejemplos de países europeos cuyos ordenamientos jurídicos prevén figuras similares.

Yo creo que en este asunto hay que hablar muy claro: no tiene nada de progresista apelar al principio de reinserción social para justificar que un asesino condenado por un crimen escalofriante recupere la libertad en unos pocos años cuando acumula una o varias condenas firmes por mucho más tiempo. Eso es lo que defienden las fuerzas de izquierdas o populistas.

Como tampoco vale esconderse en la abstención, como hace Ciudadanos, en un calculado ejercicio de funambulismo para no comprometerse en una cuestión que si algo no admite es la equidistancia. Así lo hicieron en el Congreso y también en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

Al parecer, en las últimas horas han vuelto a cambiar de criterio ante el clamor social, aunque una se pregunta si esta rectificación obedece a una convicción sincera o a otro cálculo electoral.

Hay que dejar atrás toda esa hipocresía y esos discursos de buena voluntad para quienes por sus crímenes no la merecen y dar un paso adelante para defender el cumplimiento de unas condenas firmes pero justas, al igual que hacen miles y miles de españoles de bien.

Cuando escribo estas líneas, cerca de dos millones de españoles se han unido a esta demanda con su firma a través de la plataforma Change.org, y yo animo a todos los conciudadanos a sumarse a la defensa de la prisión permanente revisable como ha hecho el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

Porque no olvidemos nunca que los únicos que cumplen cadena perpetua por estos crímenes son las familias de las víctimas, sus amigos y allegados, una cadena perpetua de sufrimiento sin una fecha de finalización. Por ellos, no podemos permitir que en ningún caso los criminales se puedan volver a aprovechar de un ordenamiento jurídico que a la vista de los hechos se revela permisivo y tolerante con aquellos que representan una amenaza real para el conjunto de la sociedad.

* Primera teniente de alcalde del Partido Popular en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife