Sentí en mi último paseo por la TF-5 de camino al Norte de la Isla. Francamente, el estado de nuestras carreteras es intransitable. Además de un asfalto en pésimas condiciones hay que sortear un montón de baches que son un peligro para la circulación, con el consiguiente riesgo para conductores y pasajeros, muchos de ellos turistas y visitantes nacionales o extranjeros que se quedarán pasmados al recorrer una isla tan preciosa y encontrarse con este panorama de abandono en las vías.
Al no haber cuadrado la propuesta del tren, el vehículo personal y el transporte público son las únicas formulas para el traslado de un municipio a otro, lo que comporta vivir en una isla totalmente colapsada. En hora punta, un traslado de La Orotava a Santa Cruz o viceversa, puede costarle al usuario más de dos horas al día, cuando el tiempo real no debería suponer más de treinta minutos. Buscar culpables no soluciona nada ni debe ser objetivo, sobre todo porque estamos gobernados por los mismos de siempre y sus respectivos partidos.
Como dice Oscar Izquierdo, presidente de Fepeco, la mejor manera de terminar una obra es empezarla. En su comentario del 17 de febrero pasado pone el dedo en la llaga y explica con detalle la forma de salir de esta situación, que está ahogando las posibilidades de expansión y desarrollo en nuestra isla y por consiguiente crear más puestos de trabajo, lo que nos beneficiaría tanto a los tinerfeños como al resto de canarios. Lo más importante ahora es acometer las obras con prontitud y no me vengan con el cuento del dinero que actualmente está a cero, y tanto el Gobierno de Canarias como los Cabildos son suficientemente garantes para poder obtener los medios necesarios. Lo que hace falta es gestionar bien y que los órganos que llevan la gestión de las carreteras se pongan a trabajar, pensando en el bien general, con actitud, generosidad y recurriendo a los acreditados y capacitados ingenieros que tenemos, pues si no lo hacen con urgencia la situación será irreversible.
Pide también Oscar Izquierdo valentía a los políticos y que olviden los enfrentamientos, pues una red de carreteras en buen estado ayudaría a resolver parte de los problemas del paro, beneficiando el pilar de nuestra economía que es el turismo, y mejoraría el sector agrícola, la construcción y el acceso a nuestros pueblos. La edificación fue motor del desarrollo y el empleo en el pasado, pero el trabajo en este sector sigue siendo necesario. Hay que recuperar del paro a todo ese sector de población activa cuyos estudios son de nivel de formación profesional pues son los de mayor notoriedad. Hay que comenzar con las obras, y dar prioridad a las de suma urgencia sin olvidar las pequeñas, las de andar por casa que son igual de importantes y necesarias.
Desde hace unos días he podido apreciar en Candelaria una inusitada actividad en obras pequeñas, por todas partes del pueblo veo albañiles y peones parcheando aceras, podando árboles, arreglando los accesos para personas con discapacidad? todo como consecuencia de un sobrante en la tesorería del ayuntamiento. Cuando leo declaraciones de alcaldes que dicen que a final de año han tenido saldo positivo en las cuentas, siempre pienso que son malos alcaldes, ya que un buen gestor debe arriesgarse para mejorar su pueblo y entorno, aunque con ello tenga un pequeño déficit.
Los últimos temporales tampoco han ayudado en el mantenimiento de las vías, causando muchos estragos en algunas carreteras y en el mobiliario urbano, lo que significará un mayor gasto. Es ahí donde los políticos deben demostrar sus capacidades, no meterse en discusiones bizantinas entre unos y otros, y priorizar las obras urgentes o de pronto arreglo vitales para la población.
Esta semana el presidente de Fepeco manifestó también su preocupación por los problemas de los constructores en La Palma, la isla más perjudicada por la última alerta meteorológica en el archipiélago, y cree que es necesario que los gobernantes acometan con urgencia los enormes daños causados a la población, y que para ello cuenten primero con su propia gente para resolver los problemas.
Hoy ha tocado el tema de las carreteras y obras, pero próximamente le dedicaré unas líneas al tiempo, porque la meteorología me confunde.
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