La reacción que ha generado en los pensionistas la cartita de la ministra del desempleo del PP anunciando la solemne subida del 0,25% en la pensión ha provocado una movilización sin precedentes en un colectivo deseoso de vivir pacíficamente un merecido descanso tras años de trabajo y aportaciones a la Seguridad Social. He participado en alguna manifestación, y la reacción de cabreo y enfado es generalizada, con adjetivos y piropos nada cariñosos hacia el presidente Rajoy, y es que nadie entiende que no suba la pensión de acuerdo con el aumento del costo de la vida para no perder poder adquisitivo, y en muchos casos, por ejemplo, ayudar al paro de sus hijos o nietos cuando aparecen por sus casas buscando cama y comida.

Y mientras el Sistema Público de Pensiones constituye la política pública con mayor capacidad de redistribución y reducción de desigualdades, las decisiones del PP suponen una amenaza para el sistema, que ha entrado en un periodo de déficits constantes y crecientes con el nuevo mecanismo de revalorización, desvinculado del poder adquisitivo, y con el factor de sostenibilidad, que ajusta la pensión a la esperanza de vida, condenando a los pensionistas a un progresivo empobrecimiento, y, saltándose el Pacto de Toledo, allanar el camino hacia fondos privados de pensiones. El caos ocasionado ha aumentado la incertidumbre en los jubilados sobre si el Estado seguirá pagando sus pensiones, y generado un sentimiento de injusticia en quienes, contribuyendo al sistema, dudan recibir una pensión digna en 10 o 20 años vista, además de la desesperanza de los jóvenes sobre si estarán protegidos por el sistema.

El PP, a partir de 2012, a pesar de acordar en 2011 con los demás grupos políticos la defensa de la Seguridad Social, adoptó una política basada en la devaluación salarial y debilitamiento de las condiciones laborales de los trabajadores, que el PSOE denunció en 2017 con una propuesta de salarios decentes, produciéndose un descenso de los ingresos contributivos de la Seguridad Social, aflorando unos déficits crecientes que se han cubierto recurriendo a su Fondo de Reserva, y a pesar de que el número de afiliados ha crecido en los tres últimos años en 2,3 millones de personas, sin embargo las cotizaciones se sitúan en cifras semejantes al inicio de la crisis, con lo que el sistema de la Seguridad Social se ha desequilibrado, apareciendo un déficit estructural de millones de euros anuales, condenándose al pensionista a una subida pírrica del 0,25%, muy por debajo de la subida del coste de la vida, lo que le lleva a una pérdida de poder adquisitivo del 17,5% en 10 años, además de introducir el PP a partir del uno de enero de 2019 el factor de sostenibilidad, lo que implicará una rebaja inicial de la pensión de acuerdo con la esperanza de vida, con lo que el PP quiere hacernos ver que el sistema de pensiones es inviable, para así rebajarlo y llevarlo hacia su privatización.

El PP lamina el Sistema Público de Pensiones con el expolio sistemático al que somete al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, compensando con retiradas masivas el déficit existente, que de contar con 66.815 millones de euros a finales de 2011, se sitúa ahora en 8.095, y si no se ha agotado totalmente ha sido por el préstamo de 10.192 millones del Estado a la Seguridad Social mediante los Presupuestos Generales del Estado, a lo que hay que añadir los 8.621 de retirada del Fondo de Mutuas, con lo que se han necesitado 93.251 millones adicionales a las cotizaciones para hacer frente a las pensiones durante 2012-2017. El Fondo de Reserva, surgido de la reforma de la estructura financiera de la Seguridad Social hecha por el PSOE en 1989, estaba previsto usarlo cuando surgieran las mayores tensiones generacionales sobre el Sistema, en 2023. De no haber recurrido a él, el Fondo tendría hoy 90.000 millones, incluso sin nuevas aportaciones, sólo en base a su propia rentabilidad. En cambio, de seguir con este ritmo de gasto, nuestra hucha de las pensiones quedará totalmente vacía en 2018, agotándose 10 años antes de lo previsto.

La solución del PP es recortar las pensiones, la del PSOE mantener el gasto en pensiones, disminuir otras partidas de gastos e incrementar los ingresos del sistema de la Seguridad Social.

*Exsenador. Miembro de la Dirección Regional de PSOE Canarias

@JVGBethencourt