El narcisismo es un término acuñado por la psicología y su origen viene determinado del mito de Narciso, un joven de la Grecia clásica, enamorado de su propia imagen, que, reflejada en una fuente de agua, termina ahogándose en ella a causa de la fascinación que tal imagen le provocaba.

Una persona narcisista no tiene que ser extremadamente hermosa, sólo tiene que estar extremadamente pendiente de sí misma.

Una persona narcisista es fácil de identificar; nunca la verás en un transporte público o, si debe de ir, se sentirá incómoda y criticará todo a su alrededor, esa persona es merecedora de mejor espacio. Los narcisistas, si tienen un buen trabajo, utilizarán su dinero para comprarse buenos bolsos, relojes, el último modelo de un coche de alto standing, buena ropa, joyas y todo aquello que los haga sentirse superiores al resto. Los narcisistas tendrán una pareja de la que puedan presumir, eso sí, nunca será mejor que ellos, y si lo es, ya se encargarán de hacerla "bajar" para sentirse por encima. Un narcisista no empatiza con el resto del mundo, todos son criticables y nadie es mejor que ellos. En fin, el narcisista se quiere tanto, que se olvida de querer al resto del mundo.

Para poder comprender cómo se puede pasar de quererse a uno mismo, algo que nos enseñan desde que somos pequeños, a transformarse en un ser narcisista, entendamos primero qué es ser, o tener una personalidad así.

Los narcisistas se consideran especiales, se creen mejores y más importantes que los demás, por eso exageran sus talentos y sus logros. Esperan que los demás se den cuenta de su importancia, los elogien y admiren constantemente. Desarrollan fuertes fantasías de éxito ilimitado, poder, amor ideal, genialidad son algunas de sus metas. Los narcisistas se creen especiales y únicos, sólo se relacionarán con aquellos que les aporten las mismas cualidades o con aquellos que los elogien constantemente. Un narcisista es envidioso, o cree que el resto lo envidia, son rencorosos y vengativos, no dudarán en hundir a su adversario, hasta que lo vea despojado de aquello que cree que debe de ser suyo. Los narcisistas consideran que ellos son merecedores del éxito, y utilizan a los demás para lograr sus propios fines. Además, poseen una baja tolerancia a la frustración, todo debe ser como ellos dicen y ajustarse a sus expectativas, si no es así, no vale. A un narcisista nunca lo verás yendo a pedir ayuda, ni entrará en un despacho de un psicólogo, más bien irán aquellos que son víctimas de sus actos.

El narcisista mayoritariamente no nace, sino se hace? justificar o elogiar conductas de un hijo o de una pareja cuando se comporta de manera inadecuada hacia los demás y lo vanagloriamos, haciéndolo sentir la persona más importante y maravillosa del mundo, obviamente lo que conseguimos es potenciar el narcisismo, especialmente si se empieza en la infancia.

Si una persona está muy pendiente de sí misma, puede llegar a caer en esa forma de actuar como un patrón constante en su vida. Las decepciones con sus iguales, las zancadillas que recibe, el egoísmo que impera hoy en día y las injusticias a las que pueden ser sometidos, pueden transformarla en un ser más egocéntrico y carente de empatía. Si además añadimos la característica de una alta autoestima, como careta de grandes déficits emocionales sufridos a lo largo de la vida, hacen que esa persona se convierta en un ser narcisista, siendo, al fin y al cabo, el resultado del sistema defensivo de la propia existencia. Dime de qué presumes y te diré de qué careces?

Según los estudios, más de un 6% de la población padece este trastorno de la personalidad, convivimos con ellos y son fáciles de identificar. Pero, sin llegar al extremo de padecer este trastorno, ¿cuántos somos narcisistas? Sentirnos importantes y únicos nos hace sentir bien, que nos elogien, aun más, que tenemos éxito, miente el que lo niegue. Tener un buen reloj, una buena casa, un buen coche, ropa buena, estar espléndidos y atractivos parece que es una meta constante. Gustarte y sentir que gustas te llena de energía. ¿Entonces? ¿Dónde paramos? ¿Dónde nos sentimos satisfechos?

Del ser algo narcisista, característica de la personalidad en la mayoría de las personas, a llegar a padecer este trastorno puede ser un paso corto si no estamos atentos, y si se suman una serie de factores. Por eso, la búsqueda del equilibrio interno y externo a la que nos lleva esta sociedad es muy importante. Convivir con un ser que padece este trastorno puede ser complicado, si lo elogias constantemente y lo alabas en todo no habrá ningún problema, pero, quieres vivir siempre con alguien, donde tu existencia está supeditada a la suya, ¿te compensa?

*Psicóloga y Terapeuta

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