El Senado, llamado por el constituyente como Cámara Alta, un instrumento democrático que nos hemos dado todos los españoles en la Constitución, se ha convertido además de en una cámara territorial, en auténtica cámara de la ciencia, que le está dando una relevancia inusual hasta ahora porque aporta soluciones legislativas pioneras y que tienen una gran repercusión social. Desde la lucha contra la pederastia, el suicidio, el excedente alimentario, el fomento de la I+D+i+d, etc., etc. El Partido Popular, que tiene mayoría absoluta en esa cámara, sigue buscando grandes consensos para los grandes problemas que tienen los ciudadanos.

Tenemos la fortuna de ser portavoz de Sanidad del Partido Popular en el Senado, habiendo sido anteriormente portavoz de Universidad e Innovación, lo que nos ha permitido, con el apoyo del Gobierno, hacer propuestas de alto calado científico y social.

Recientemente el Senado ha vuelto a ser la cámara en la que impulsamos políticas sociales y donde se apuesta porque esas estrategias lleguen al ciudadano, como ya hemos demostrado en varias ocasiones durante la presente legislatura.

La Cámara Alta aprobó recientemente la eliminación de las causas de la discriminación laboral de las personas que sufren diabetes, que podrán optar a cualquier tipo de trabajo u oposición pública, una iniciativa de la que se beneficiarán miles de canarios que podrán optar a una oposición a la que antes no podían.

Es muy importante que una enfermedad silenciosa y que es una pandemia del Siglo XXI como la diabetes no impida la plena integración laboral y profesional de este importante colectivo de ciudadanos que integran más de 5 millones de personas.

La aprobación por unanimidad de la moción del Partido Popular en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales, insta al Gobierno a promover las medidas que sean necesarias para eliminar la discriminación laboral y profesional de las personas con diabetes.

Sin lugar a dudas, los avances científicos junto con el desarrollo del sistema sanitario unido a la mejora de estilos de vida y la aplicación de nuevas tecnologías, permiten a una persona con diabetes hacer una vida normalizada, capacitándola para llevar a cabo cualquier tipo de actividad laboral, por lo que es muy importante que una enfermedad como la diabetes no impida la plena integración laboral y profesional de este importante colectivo que integran más de 5 millones de personas en España y más de 200.000 en Canarias.

No nos podemos olvidar de que Canarias tiene la tasa más alta de España en número de diabéticos, y una de las más altas de Europa, con cerca de 200.000 casos reconocidos y la más alta de complicaciones, aunque la realidad revela que la cifra es muy superior ya que en muchos casos la enfermedad no presenta síntomas, y es que el Archipiélago tiene las mayores tasas de mortalidad y complicaciones en forma de nefropatía diabética de toda España, por lo que la aprobación de esta iniciativa viene a convertirse en un revulsivo para las personas afectadas, abriéndoles nuevos horizontes.

Se revisará el catálogo de exclusiones médicas a fin de actualizar este para afecciones que realmente limiten la capacidad funcional de los aspirantes para el correcto desempeño de las actividades correspondientes, eliminando como patologías excluyentes la diabetes o cualquier otro proceso, siempre que no suponga una merma real de las capacidades de los candidatos para el desempeño de su función, con la valoración de las características concretas del puesto de trabajo y las condiciones individuales de la persona enferma.

Además se deberá seguir impulsando un grupo de trabajo que incluya a todos los departamentos implicados, con el fin de eliminar la discriminación laboral y profesional de las personas con diabetes.

Insistimos una vez más en que el centro de la sanidad debe de ser el ciudadano (el paciente) y todo debe de ser alrededor de los mismos, produciéndose un cambio de sentido ya que antes era el profesional. Eso hoy en día no es así, ni en la evidencia tampoco.

Esa sanidad permite que abramos las puertas, por ejemplo, al futuro de miles de personas que hasta ahora lo tenían coartado por una serie de limitaciones que, con la medicina actual, ya no existe en la mayoría de los casos.

Solo se debe hacer en sanidad lo que evidentemente está demostrado. Es la medicina de la evidencia. Por tanto la buena voluntad es iluminada y no tiene ninguna cabida.

Hemos vuelto a demostrar, en la Cámara Alta, que nosotros no hacemos política con la sanidad. No. Hacemos política sanitaria, y con conocimientos. Esta moción es una muestra de ello.

*Portavoz del PP en el Ayuntamiento de La Laguna y senador del PP por Tenerife