¿De qué serviría que tuviéramos un destino maravilloso si acceder a él no fuera sencillo? ¿Qué sentido tendría promocionarnos en el exterior si los viajeros hubieran de hacer varias escalas, esperar horas muertas en diferentes aeropuertos para llegar a Tenerife? La conectividad para un destino como el nuestro es clave, vital. Así lo entendemos desde el Cabildo y Turismo de Tenerife y, reflejo de ese compromiso, son las sucesivas estrategias turísticas de la Isla elaboradas conjuntamente con el sector donde esta aparece como uno de sus ejes fundamentales.

El desarrollo de la conectividad en la última década ha sido más que notable, con un aumento de rutas y frecuencias que ha llevado a la Isla a estar conectada hoy con 154 destinos, la mayoría europeos, pero también africanos, así como nacionales y regionales. Son un total de 319 rutas operadas por más de 70 compañías.

El año 2017 finalizó con un balance de 7,9 millones de pasajeros llegados a través de nuestro sistema aeroportuario, casi 636.952 pasajeros más que en el año 2016 (+8,8 %). El destino ha contado con 38 nuevas conexiones aéreas durante el año 2017, que han supuesto para la Isla más de 227 mil nuevas plazas de llegada, a lo que hay que sumar los incrementos de oferta de los operadores en rutas existentes. También es reseñable el aumento de un 13 % en los asientos en clase business respecto a 2016.

Es obvio que el de la conectividad es un sector complejo. La elevada competencia entre aerolíneas y la propia realidad del negocio turístico, velozmente cambiante por coyunturas económicas, sociales y políticas, hacen que, a pesar de nuestros esfuerzos, los efectos de una quiebra o la reapertura de nuevos mercados nos afecten inevitablemente. Durante el año pasado se han producido tanto unas como otras circunstancias, lo que nos obliga a redoblar esfuerzos en este 2018 para minimizar el impacto que puedan tener en la llegada de viajeros a Tenerife. Estamos notando en esta temporada de invierno en la que nos encontramos el cese de tres compañías que nos aseguraban un buen volumen de pasajeros, como son Monarch, Air Berlin y Niki. Al mismo tiempo, empiezan a recuperar capacidad aérea destinos como Egipto, Turquía, Marruecos y Túnez.

Pero no nos sentamos con los brazos cruzados simplemente a ver lo que pasará. Desde que tuvimos conocimiento de las quiebras de las citadas aerolíneas nos pusimos a trabajar para intentar que su vacío lo ocuparan otras cuanto antes. Y lo han ido haciendo al ritmo que la operatividad aérea permite y, poco a poco, se están viendo los resultados.

Esos esfuerzos son paralelos a los que realizamos para asegurar que todos los viajeros que quieran pasar sus vacaciones en Tenerife puedan hacerlo de la manera más cómoda, rápida y directa posible. Es esa labor continuada e incansable con aerolíneas y turoperadores o en los foros internacionales específicos de conectividad como Routes (que nos otorgó el año pasado el reconocimiento a segundo mejor destino del mundo en captación de rutas) para conseguir más frecuencias y conexiones a la Isla.

Lo que he expuesto hasta aquí es el reverso de una moneda cuyo anverso refleja un trabajo equivalente en promoción en los mercados desde los que recibimos viajeros para que estos se decanten por la Isla frente a los destinos competidores: por un clima, una gente, una naturaleza, unas playas y una gastronomía irrepetibles. Imposibles de encontrar en ningún otro lugar.

El Cabildo de Tenerife, con el presidente Carlos Alonso al frente, siempre ha mantenido un tono exigente con Aena para que nuestras infraestructuras estén a la altura de la calidad de nuestro destino. Hemos peleado lo indecible hasta lograr que el DORA, el documento de inversiones de Aena, incluya una partida de 114 millones de euros para reformar el aeropuerto Tenerife Sur y crear una unión entre las terminales existentes. Será un gran y necesario avance pero ya trabajamos con Aena para que el próximo DORA contemple la construcción de una nueva terminal, que debe convertir a Tenerife Sur en el mejor aeropuerto turístico del mundo. Porque nos lo merecemos, porque lo necesitamos y porque nosotros lo valemos. No renunciamos a una segunda pista, pero cada cosa a su tiempo.

Pero también tratamos de ser ecuánimes, como en el asunto del necesario cierre por obras de la pista de TFS durante tres meses. Sabemos que es un tema sensible y difícil de entender, sobre todo si no se explica o si se toca de oído. Desde que tuvimos conocimiento de esta circunstancia hablamos con todas las compañías afectadas, buscando la relocalización de rutas en otros horarios, como afortunadamente hizo la mayoría. Tan solo una compañía decidió cancelar sus rutas nocturnas afectadas, rechazando volar alternativamente a TFN caso de estar abierto. Así las cosas, abrir un aeropuerto, para que nadie aterrice, es, cuando menos, innecesario.

El Cabildo ha defendido y lo seguirá haciendo siempre, la mayor y mejor conectividad aérea de la Isla, así como las mejores infraestructuras aeroportuarias. Nos va mucho en ello.

*Vicepresidente del Cabildo y consejero insular de Turismo