Es evidente que estamos en unos momentos en que cumplir el mandato constitucional del derecho a la vivienda al pie de la letra está constituyendo un problema. Y cuando se detecta un problema y se establece un objetivo, resulta necesario diseñar una estrategia. Diseñar esta hoja de ruta se ha convertido en nuestro empeño y, por ello, desde el Instituto Canario de la Vivienda estamos inmersos en este trabajo que nos permita, desde el conocimiento real del problema, plantear acciones, medidas y programas que, en el momento actual, puedan paliar, mitigar y reducir la dificultad del acceso a la vivienda de una gran parte de la ciudadanía. La hoja de ruta es el Plan Canario de Vivienda (PCV), en el que ya estamos trabajando y que contemplará un análisis de la problemática y el diseño de las medidas para conseguir el objetivo.

El PCV es una oportunidad de primer orden para aunar esfuerzos, conocimientos, formación, información, recursos, ideas, estrategias, ganas, ilusión para, entre todos, caminar en la ruta que diseñemos para conseguir el objetivo.

Desde la Consejería de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda queremos que el PCV incorpore un proceso de participación importante, de todos los sectores: institucional, social, económico, profesional, político, etc., porque es necesario y porque es una obligación, no desde el punto de vista legal, sino porque formamos parte de una sociedad que construimos entre todos.

Es evidente que, en el contexto económico actual, el plan debe tener una dimensión social muy importante. Debemos contribuir a que contenga medidas de creación de vivienda de promoción pública para las familias más desfavorecidas, mayores y para los jóvenes, construyéndolas, pero también movilizando una parte de las viviendas ya existentes en Canarias.

Se hace necesario, asimismo, movilizar el suelo para la construcción de viviendas de promoción pública y de promoción privada; y movilizar el parque de vivienda privado para que salga al mercado del arrendamiento a precios asequibles mediante acciones que garanticen al propietario seguridad en la relación contractual del arrendamiento, incluso, con medidas para la rehabilitación, consiguiendo además la rehabilitación del parque de vivienda obsoleto y envejecido.

Existen ámbitos edificados que deben de renovarse mediante acciones de reposición y/o de rehabilitación. Tenemos que conseguir que nuestras ciudades se modernicen, crezcamos en calidad de vida, que los canarios, disfruten de viviendas modernas, eficientes, accesibles y que, además, los entornos urbanos en los que se sitúen dispongan de dotaciones y equipamientos deportivos, culturales, sanitarios, asistenciales, que tengan las condiciones de urbanización adecuadas, alumbrado público, saneamiento, viales, tecnología... Establezcamos medidas para la eficiencia energética de la edificación y de eliminación de barreras para promover una Canarias accesible.

Lo único que sobra en la planificación sobre vivienda son discursos vacíos, discursos propagados desde el desconocimiento; desánimos individualidades, minutos de gloria. Nos hacen falta ganas de contribuir a que el objetivo señalado al principio sea un objetivo en el que hayamos contribuido todos, la sociedad en su conjunto, tanto en su determinación, como en el diseño de la hoja de ruta para conseguirlo.

Tenemos una oportunidad, aprovechémosla. El Plan Canario de Vivienda 2019-2220 puede ser, además, un pacto por la vivienda en Canarias.

Yo me comprometo.

*Directora del Instituto Canario de la Vivienda del Gobierno de Canarias