Pese a no estar incluido en el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2018, en Canarias el incremento del descuento para residentes en los viajes en avión entre las Islas y la Península se ha convertido en el auténtico protagonista de las cuentas elaboradas por el ministro Cristóbal Montoro. El propio presidente del Partido Popular en el Archipiélago, Asier Antona, prometió esta semana que una vez pasado el trámite parlamentario, los canarios disfrutarán de una rebaja del 75%. Teniendo en cuenta las dudas que aún existen sobre la aprobación de los presupuestos de 2018, al no tener asegurados el PP los apoyos necesarios en el Congreso de los Diputados, haría bien Antona en dejar las promesas a un lado y ponerse a trabajar para que el citado descuento se convierta en realidad por otra vía, pues no se trata de ningún premio por parte del Gobierno de Rajoy al buen comportamiento de los nacionalistas canarios, sino de una medida para igualar las condiciones de vida de los ciudadanos de las Islas con el resto de los españoles. No hay que olvidar las dificultades que tienen los habitantes del Archipiélago para trasladarse a la Península, tanto por precios como por medios, lo que obliga al Estado a buscar soluciones. Ya que no va a poner trenes, grandes autopistas ni nada similar para remediarlo, deberá potenciar la única vía, junto al barco, que existe en la actualidad, abaratando el coste del billete y facilitando que se incremente la frecuencia de los vuelos. ¡Ojo!, no se trata de un premio, sino un medio de acercar Canarias a la Península.

Al igual que Antona debe continuar trabajando para lograr que ese descuento no se convierta en un obsequio si salen adelante los presupuestos estatales, el resto de las formaciones políticas, y en especial el Gobierno canario, han de plantearse el escenario de que estas cuentas se pueden quedar en un simple proyecto. Por un lado, para no hacerse falsas ilusiones y, por otro, para seguir reclamando en los distintos ministerios los convenios que el Ejecutivo de Rajoy tiene apalabrados con las Islas pero que no acaban de ser rubricados. Más teniendo en cuenta que si hay que esperar por el documento de Montoro, llegará septiembre y todavía se estará debatiendo qué es lo que se puede contemplar dentro de los acuerdos y qué no. Y a este paso termina el año 2018 y Canarias permanecerá pendiente de las obras que viene necesitando desde hace ya bastante tiempo. Cuidado con las luces de bengala presupuestarias.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria ha vuelto a lanzar otra proclama sobre los supuestos desequilibrios que existen en el Archipiélago, en perjuicio, claro está, de su isla. Antonio Morales retorna a su papel de víctima para tapar una vez más sus fallos en la gestión de la Corporación insular grancanaria. En la última ocasión fue para que no se hablara de las supuestas irregularidades cometidas en sus años de alcalde de Telde. Ahora se desconoce qué pretende. Quizás si trabajara más y hablara menos, caería en la cuenta de que los problemas no se resuelven con arengas y mucho menos con medias verdades.