Qué estúpida hace la fiebre la sintaxis. Caí en un error calamitoso ayer en mi crónica semanal de EL DÍA y atribuí la calle Pedro Zerolo, de próxima aparición en el callejero de La Laguna, a su padre, Pedro González. Obviamente, se la merecen ambos, pero el Pedro estudiantil y revolucionario, el que convirtió España en un país mejor, hecho para respetar las libertades de las personas y de los pueblos, es el que va a dar nombre a la que hasta ahora se llama calle Delgado Barreto, donde en tiempos de la dictadura la policía nacional marcaba el paso de los estudiantes con la agresividad inclemente de las porras. Lamento el error. Solo me queda decir que, como escribió el gran poeta Agustín Millares Sall, "calle de todos será" si la calle se llama Pedro Zerolo.