Uso el término "tronco", como sufijo, en el sentido que el DRAE le otorga en la acepción 8: "Persona insensible, inútil o despreciable". Es como, en mi "libertad de expresión", se me ocurre calificar a la señora alcaldesa de Barcelona y respecto al uso de su "libertad de expresión" para calificar de "facha" al almirante Cervera (qepd).

Esta señora, alcaldesa de la ciudad de Barcelona, segunda ciudad en importancia del Estado español, se permitía retirarle el nombre de Almirante Cervera a una calle de la Ciudad Condal porque "era un facha", para otorgársela a Pepe Rubianes. No pretendo dudar de los méritos, además de su hispanofobia, de Pepe Rubianes para que se otorgue su nombre a una calle de aquella ciudad. Pero sí dudo de la capacidad intelectual y cultural de la referida alcaldesa, por cuanto que de una forma exultante, e insultante, proclamaba el hecho.

No sé si al otorgarle el calificativo de "facha" al almirante Cervera lo hacía como define al término el DRAE en la acepción 2: "Mamarracho, adefesio"; o lo hacía para calificarlo de "fascista": "Perteneciente o relativo al fascismo". De cualquiera de las formas, un insulto incalificable en boca de quien pretende ser la alcaldesa de la primera ciudad del Estado republicano de Catalonia. Una alcaldesa que hoy lo es de aquella ciudad del Estado español por virtud de sus "méritos" como adalid acosadora (¿acaso "escracheadora"?) en los asuntos de desahucios. Sus actitudes vienen a poner de manifiesto que solo aquello fueron sus méritos.

Si lo que pretendía era tildar de fascista al almirante Cervera calificándolo de "facha" -cosa que, por otro lado, es expresión común de quienes se tienen por activos de la izquierda- dio en mostrar el alto grado de incultura que la susodicha padece. Don Pascual Cervera y Topete murió el 3 de abril de 1909; o sea, diez años antes de que surgiera el fascismo como sistema político creado por Benito Mussolini, en Milán, el 29 de marzo de 1919.

Esta troncoalcaldesa pretende seguir siéndolo de la ciudad de Barcelona como capital de la "República de Catalunya", proclamada (no de forma simbólica) en tanto que unidad suprema que considera al individuo como una célula de la vida política, económica y espiritual del (nuevo) Estado. Y esta personaje (¿o hay que decir "personaja" por aquello del género?) tilda de "facha" a don Pascual Cervera, que, además, llevaba con honor el apellido correspondiente con un municipio de la provincia catalana de Lérida. Y es que "en todo combate entre fanatismo y sentido común, pocas veces logra este último imponerse" (sic. "Memorias de Adriano").