Aunque sea arduo de comprender, existen en Canarias empresas y políticos con ideas claras de lo que sucede en el occidente del cercano continente, aunando criterios, intercambiando experiencias, estudiando y analizando las realidades y expectativas de unos mercados que están ahí y a los que no se les había prestado la atención debida e interesada (de ida y vuelta), teniendo muy en cuenta los beneficios que envuelven a unas realidades comerciales mutuas. Las apuestas por el éxito de nuestras pymes han superado, en una década, los posibles riesgos en cuanto a seguridad en las inversiones que, últimamente, tras la crisis migratoria (hay unos pequeños episodios en la actualidad), han quedado disipados casi en su totalidad en el panorama del África Occidental. Canarias, después de consolidarse como zona de arribada de miles de emigrantes que buscaban la supervivencia, por mor de crear importantes dispositivos de control de nuestras aguas (todavía no lo son), dejó de ser punto de encuentro de aquel desastroso "efecto llamada" y el terrible problema se trasladó al Mediterráneo, convirtiendo al Mare Nostrum en una gran y espantosa tumba humana que se expande hasta hoy. La foto del niño sirio tendido sin vida en la playa apenas sirvió para que unos cuantos hipócritas se rasgaran las vestiduras.

El entonces presidente canario, Adán Martín, tuvo unas positivas perspectivas de lo que debería convertirse la economía canaria. Y para ello apuntaba dos vías: la conectividad en el transporte interior y exterior (no imaginó que las ayudas al transporte rondarían el 75% para los canarios y el 100% para las mercancías); y desarrollar la política africana. El tiempo ha dado la razón al difunto y recordado político y todos han coincidido en que es absolutamente necesaria la inversión en países africanos. No se trataba solo del mundo de las exportaciones, sino de continuar con el camino emprendido tímidamente por algunas empresas canarias que contribuirían al estrechamiento de los lazos de amistad. Es curioso que, en Casa África, ubicada en Las Palmas de Gran Canaria, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, haya manifestado que: "La diplomacia no solo la ejercen los gobiernos". Por supuesto. Pero, también está claro que una mayor relevancia la desempeñan los agentes económicos y las empresas, medianas o pequeñas.

Por citar algunos países con importantes relaciones con Canarias, habrá que señalar en primer lugar a Marruecos que, con sus 35 millones de habitantes, constituye un mercado importante en el continente africano. En este país se ha detectado un crecimiento económico sostenido, soslayando a "los territorios del sur", inversiones notables en grandes infraestructuras y obra pública, así como instalaciones portuarias y aeroportuarias, o en todo tipo de procesos fabriles. Senegal, Mauritania y Cabo Verde, conforman los, hasta ahora, principales mercados que mantienen relaciones con el Archipiélago canario, sin perder de vista a Nigeria, Ghana y Guinea Ecuatorial. Actividades como energías renovables, conectividad e informática, innovación energética, banca electrónica, propiedad intelectual, servicios a empresas, aeronáutica? En fin, un presente que ya repercute en empresas que trabajan en el exterior y que pueden crear un impulso destacado para que las Islas se conviertan en paso obligado desde África Occidental a Europa, con lo que se revive un viejo anhelo ahora reactivado por el sector económico, tomando conciencia de lo importante que significa para Canarias formar parte de esa política africana.

El consejero de Economía del Gobierno de Canarias ha revelado unos datos que vienen a corroborar todo lo aquí escrito y que confirman las expectativas que los implicados en este escenario de intercambios esperaban. Las posibilidades de éxito, pues, se han materializado en un titular: "Más de 80 empresas canarias están instaladas en África". Añadió Pedro Ortega que la voluntad del Ejecutivo canario es convertir al Archipiélago en una plataforma internacional de negocios. En la actualidad, el comercio exterior de Canarias creció un 40%. Las exportaciones a Mauritania pasaron de 26 a 36 millones de euros el pasado ejercicio y las importaciones se elevaron de 36 a 47 millones.

Parece que, superada la crisis (no en todo), asistimos a un despertar, a un espabilamiento de los empresarios canarios que han iniciado, por fin, esa deseada diversificación de la economía que, unida a la increíble, impredecible e inimaginable situación turística, se convierta en un nuevo motor que estimule la generación de puestos de trabajo (215.000 parados en las Islas), sin olvidar que el panorama que hoy se vislumbra en estas tierras es producto de un aislado voto neonacionalista que necesita, indispensablemente, el Gobierno de Rajoy para aprobar los presupuestos que influirán en el Archipiélago con cientos de millones que nadie esperaba. Debe reseñarse que, algún mononeuronal canario, lamiendo la tarta turística, va proclamando por esas esquinas que porqué no llegar a los 20 millones de visitantes. Estos especímenes son los que acaban con las que un día fueron denominadas "Islas Afortunadas".