La planificación territorial de una isla como Tenerife debe tener en cuenta una serie de características que engloben de forma coordinada entre las administraciones un desarrollo equilibrado de su región y de la organización de su espacio. Nos encontramos en un territorio limitado y fragmentado, donde todos los recursos y la variedad ambiental se concentran en una superficie muy reducida.

Los procesos de transformación en todas las áreas, tanto costeras, como en las medianías bajas, las altas y las cumbres, marcan, sin lugar a dudas, las peculiaridades de un modelo territorial que hay que defender y proteger por el bien de todos quienes lo habitan.

Para ello, las corporaciones municipales de la Isla deben llevar a cabo una política urbanística ordenada, acorde con la nueva Ley del Suelo. Tienen que disponer de la ayuda necesaria para prevenir y constatar que esta se cumple, además de mostrarles y ofrecerles en todo momento nuestro apoyo, así como las herramientas y los recursos necesarios para que desarrollen óptimamente su trabajo, en beneficio de nuestra tierra, de nuestra ciudadanía, y, por ende, del medio ambiente.

Esta semana, la consejera de Política Territorial del Gobierno canario, Nieves Lady Barreto, ha informado, en el Parlamento, que la Agencia de Protección del Medio Natural (Apmun) carece de personal, de las 157 plazas que componen la relación de puestos de trabajo, solo 108 están cubiertas. Por tanto, la agencia necesita los recursos humanos necesarios para velar por la protección de nuestro medio ambiente.

La Consejería de Política Territorial debe acabar con la carencia de personal de la Apmun para que se acaten las directrices de esta nueva ley. Es totalmente ilógico que el órgano de la disciplina urbanística y medioambiental no gestione como algo prioritario para Tenerife esta situación. Es inaceptable.

Recordemos que, entre sus competencias, la agencia debe comprobar, a través de actuaciones de inspección e instrucción, la legalidad de cualquier actividad de ocupación, transformación o uso del suelo, o que además afecten a cualquier otro recurso natural.

Que el Gobierno de Canarias destine más recursos a la Apmun para que haga frente a la necesidad existente en Tenerife resulta primordial. La agencia debe tener los agentes suficientes que permitan el control y la fiscalización de las infracciones urbanísticas y medioambientales, de lo contrario no cumplirá eficientemente con sus labores para el desarrollo en común de esta disciplina.

La falta de recursos humanos conlleva además al concepto de dispersión urbana, ya que supone una falta de control en las edificaciones que hay en toda la Isla. Es urgente que la agencia saque adelante todo el trabajo que tiene pendiente para ejercer las medidas preventivas y cautelares necesarias, así como su potestad sancionadora.

Este órgano no puede andar a medias, debe contar con todos los recursos, tanto humanos como técnicos, para poder desempeñar su trabajo con efectividad y rigor. No vamos a permanecer inertes ante esta realidad. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para reconducir esta situación y ayudar a los ayuntamientos de Tenerife a controlar la buena marcha de sus políticas urbanísticas.

*Consejero de Política Territorial del Cabildo de Tenerife