Ya hay presidente en Cataluña, avalado tras haber visitado en Alemania a su anterior jefe "el honorable Puigdemont". Torra cobrará un salario vitalicio de siete mil quinientos euros mensuales, gobierne o no por y para su comunidad. ¿Quién le pagará?

Esto es una minucia, comparado con el difícil recorrido que ha llevado esta comunidad, cuyo futuro es incierto e imprevisible. Poco a poco el independentismo ha ido ganando la partida a los constitucionalistas, lo que me lleva a analizar las posibles causas.

Con los años y la experiencia uno gana un poco en sentido común y en saber priorizar tus causas, pero honestamente parece que allí han ido para atrás como los cangrejos y han llegado a una situación irreversible. Dejando al margen lo que ellos consideran el origen, una fratricida guerra civil que ochenta años después siguen intentando ganar absurdamente, cuando quien perdió fue España, mi razonamiento es que ha habido un exceso de tolerancia en todos los sentidos. Esta es la palabra clave que define a la Europa del siglo XXI.

La Constitución que nos dimos todos los españoles y que los catalanes aprobaron mayoritariamente, tiene ya cuarenta años. Todos los ciudadanos que tienen esa edad y viven ahí deberían haber venido con un pan debajo del brazo, pero parece que vinieron con la independencia en la genética. El implantar la democracia les permitió la mayor autonomía posible, les dotaron con grandes recursos y además les otorgaron el término de nacionalidad. Esa tolerancia admitió una educación distinta, con libros de enseñanza que falsearon la verdadera historia de España y se inventaron la de Cataluña, dónde impusieron su lengua en todas las asignaturas limitando el castellano a unas horas a la semana. Llevan años consintiendo que la bandera española no ondee en los edificios públicos, que la quemen junto a fotos de miembros de la Casa Real porque hay libertad de expresión, silban el himno nacional, los establecimientos chinos pueden rotular sus comercios en su idioma pero en español no está permitido? y la lista sigue.

Con todos estos ingredientes y observando las manifestaciones en días significativos para ellos, el independentismo se ha consagrado hasta alcanzar el 47% de los votantes a su favor, además de tener que aguantar provocaciones no exentas de crueldad, fanatismo y violencia dignas de cualquier país autoritario, y las encuestas les siguen dando ganadores en futuros comicios.

Los sucesivos gobiernos de España, todos, han autorizado esa permisividad absoluta que nos ha llevado a esta situación. González abrió la mano, Aznar se achicó, Rodríguez se bajó los pantalones y Rajoy perdió la oportunidad de pararles los pies tras el terrible atentando de agosto. Ahora ya nada se puede hacer. Europa se impone y no permiten que las leyes españolas se puedan aplicar, como ha sucedido en Bélgica, Suiza y Alemania que las ignoran.

Mientras ellos siguen cubriendo etapas, ahora nuestro Gobierno tiene que tratar con un "tarado", pero no tonto, que seguirá haciendo todo lo que manda su superior, aumentando seguidores a la causa y la escapada de empresas y particulares, y exigirán que paguemos a sus pensionistas y su deuda. El 155 no ha servido para nada. El señor Rivera está más verde que una aceituna, Sánchez no es de fiar, con Podemos no se puede contar, ¿qué queda?

En el día a día las situaciones familiares entre españolistas e independentista están llevando a cargar bártulos y largarse, pero hijos y nietos están arraigados, por lo que Cataluña así no tiene futuro, se avecinan tiempos de inseguridad y más enfrentamientos. Pronto seremos el resto de los españoles los que nos daremos cuenta que no necesitamos cargar con una comunidad que da pérdidas, su prosperidad es historia. Entre todos la mataron y ella sola feneció.

Ya Espronceda lo resumió maravillosamente:

"Oigo patria tu aflicción y no entiendo porque callas,

viendo traidores canallas despedazar la nación" [?]

"Un tipo poco honorable quiso imponer sus ideas

con maneras maniqueas, fraudulentas, miserables,

arteras y despreciables" [?]

"Medio milenio hermanados

no los separa un tarado dirigente provinciano,

por mucho discurso vano que largue desde su estrado".

¿Qué nos queda? ¿Violencia en las calles, quema de Iglesias, matanza entre hermanos, dolor, pena y tristeza?? Prefiero un "Good Bye" a Cataluña y que Dios nos proteja a todos.

aguayotenerife@gmail.com