Y es que nunca en un país se vio un vacilón tan grande al quedar eliminados de un Mundial de fútbol. A mí lo de De Gea me recuerda a aquel chiste que contaba el cubano Álvarez Guedes, en el que un padre quería regalarle un loro al hijo y se fueron a la pajarería a comprar un loro que hablara. Pero hete aquí que el dueño de la pajarería no tenía loros y les endosa un búho, contándoles que es una especie de loro nuevo que al principio no habla pero que con el tiempo va aprendiendo y se suelta como el que más. Meses después, el jeta del pajarero se tropieza con el padre del chiquillo y le pregunta por el loro, le llega a preguntar hasta que si ya el bicho hablaba, a lo que el padre le responde que hablar no hablaba, pero que el cabrito lo haría pronto porque fijarse ya se fijaba en todo. Pues lo de De Gea fue algo parecido: parar no paraba nada pero, coño, el tipo se fijaba en todo. Pocas veces el clamor popular en masa había señalado a un portero como responsable de volvernos con las manos vacías.

Las redes han ardido con el tema y de qué manera. A mí, particularmente, me encantó el meme que decía: "No hagáis bromas de De Gea porque no las va a coger". Y es que el pobre hombre, coger, no cogió nada. Para España el Mundial empezó de culo con lo de Lopetegui, y acabó en infarto. Ahora, me encantó la pregunta que lanzó el tantas veces soez periódico El Jueves, sobre qué hubiéramos preferido los españoles: si perder con algo de dignidad y emoción en unos penaltis contra Rusia en octavos, o llegar a cuartos y ser eliminados por Croacia 5-0. Y hombre, viéndolo así?

@JC_Alberto