Hace unos días, mi compañero Juan Bravo, diputado por Ceuta, implicado también en esta noble cruzada de hacer que todos los españoles nos sintamos más cerca bonificando el precio del transporte para los que viven fuera del territorio peninsular, me comentaba: "Esto es de libro, creas un problema, propones soluciones, dices que arreglas lo que no era tal problema y medalla para ti". Y cuánta razón tenía. Cuánta política de salón, carreras para colocarse la medalla y gestos de cara a la galería vamos a tener que sufrir con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Frente a ello, la realidad es muy simple. El pasado jueves 28 de junio se aprobaron en el Congreso de los Diputados los presupuestos generales del Estado (PGE) para 2018, unas cuentas que, entre otras muchas medidas buenas para Canarias, recogen la subvención para el transporte aéreo y marítimo de pasajeros entre Canarias y la Península contenida dentro de las determinaciones de la ley de presupuestos y, también, perfectamente valorada dentro del programa de subvenciones del Ministerio de Fomento. O sea, lista para ser aplicada en cuanto se aprobarán los presupuestos, tal y como sucedió en 2017 con la subvención del 75% en los billetes interinsulares.

La ampliación del 50% al 75% en los billetes para residentes entre Canarias y la Península llevaba mucho tiempo en estudio para, entre otras cosas, valorar su cuantía a efectos de su incidencia en las cuentas del Estado. La medida se abordó tras ver el efecto altamente favorecedor para nuestra economía de la aplicación del 75% en los viajes interinsulares, donde se observó una relación directamente proporcional al incremento de viajes y que favorecía igualmente las economías insulares por la mayor afluencia de pasajeros y el aumento del nivel de gasto.

Finalmente, se estableció una cuantía que superaba en 300 millones de euros la cantidad contemplada para esta bonificación en 2017, y que comprendía tanto las tarifas regulares como el incremento inducido por la demanda.

Los diputados canarios del PP éramos perfectamente conocedores de la puesta en marcha de esta medida desde el inicio de la negociación presupuestaria, porque mi partido, cuando gobernaba este país y también ahora, tiene la sana costumbre de dar cuenta y participación a los portavoces y representantes territoriales en aquello que les concierne desde que los presupuestos empiezan a tejerse.

Esta es la realidad, y no otra. Pero en política, cuando no se tienen votos ni escaños, lo que se persigue primordialmente no es satisfacer las demandas ciudadanas, sino ponerse "la medalla". Aparentar más que trabajar para que las cosas salgan adelante y lo hagan con el rigor y la seriedad que la población nos demanda. Que expliquen aquellos que blanden su voto como si una acción de oro se tratase, o los que se hacen fotografías a modo de salvadores de la patria como ha hecho Fernando Clavijo esta misma semana, qué hubiese ocurrido si los diputados del Grupo Popular del Congreso, incluidos los canarios, no hubieran apoyado la medida que incluyó el Gobierno de Rajoy en los presupuestos para este año. ¿Acaso habría salido adelante sólo con el más que exiguo bagaje en número de escaños de CC y NC? ¡Qué no nos tomen el pelo, ni a nosotros ni a la población canaria!

La medida, de cuyo nombre algunos se quieren apropiar, tiene además un apellido que ha pasado desapercibido para algunos, pero que es su atributo más importante. Se trata de su vigencia. La subvención del 75% en los viajes Canarias-Península, al igual que la de los viajes interinsulares, tendrá a partir de 2018 vigencia indefinida. Así se establece en la famosa enmienda a los PGE, y así se establecerá en la modificación de los aspectos económicos del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias que se está llevando a cabo en el Congreso de los Diputados, y donde tengo el honor de ser ponente.

Quiero decir con esto que la subvención del 75% no es una ocurrencia de última hora, que se introdujo por una enmienda mal redactada de NC y de imposible aplicación en menos de 6 meses, como ha afirmado el nuevo ministro de Fomento. Esa interpretación es sólo un episodio más de la maestría que han alcanzado algunos en el hábito de ponerse medallas.

La subvención del 75% en los billetes a la Península para los residentes canarios es una firme apuesta de los 134 diputados del PP, y también de 1 diputado de Nueva Canarias, para que los ciudadanos canarios nos desplacemos por todo el territorio nacional en igualdad de condiciones que el resto de los españoles, con la ventaja añadida de que esta ayuda quedará anclada en nuestro REF para que ningún gobierno de turno la pueda eliminar para liberar fondos con los que contentar a algún otro territorio para conseguir sus favores políticos.

Como les cuento se gestó y fue posible por la determinación del Gobierno del PP de mejorar la conectividad para los españoles residentes en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla.

En 2017, los residentes canarios empezaron a disfrutar del incremento de la subvención en los billetes interinsulares desde el día siguiente de la entrada en vigor de la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Lo mismo tendría que haber ocurrido con la subvención del 75% Canarias-Península, de la que ya tendría que estar disfrutando los canarios tras la aprobación de las cuentas estatales para 2018.

El problema está en si existe o no voluntad de aplicarlo, y en qué plazo, por parte del Gobierno de Pedro Sánchez.

De momento ha quedado claro que, para el PSOE, Canarias ha dejado de ser una cuestión prioritaria tras descolgarse de primeras el ministro de Fomento con que era imposible que la subvención se aplicara antes de seis meses por tratarse de "asunto de gran complejidad jurídica", para el que incluso solicitaron un informe a la Abogacía del Estado. Cierto es que luego Ábalos ha tratado de ir malamente corrigiendo su posición ante la alarma causada entre sus correligionarios en Canarias, lanzados a los pies de los caballos de la crítica ciudadana, pero ¿no les parece que aquí algo huele a chamusquina?

Como prueba de ello, les recuerdo algo realmente inaudito. Lo que era de una tremenda complejidad para el caso del 75% de los billetes Canarias-Península, lo han hecho en menos de una semana por la vía del decreto ley en el caso del consejo de RTVE. ¿Nos toma el pelo señor Ábalos?

Lo que le ocurre al PSOE es que tiene una relación difícil con los presupuestos del PP y lo estamos pagando los canarios. Votaron NO en su tramitación sin ni siquiera leerlos. Los hicieron suyos, sin llegar a conocerlos, para hacer posible la llegada al poder de Pedro Sánchez. Y ahora se ven en la tesitura de que ni los conocen ni los entienden ni se han enterado de lo fácil que es aplicar la subvención del 75% modificando un párrafo del Real Decreto 1316/2001, que regula la bonificación de las tarifas de los servicios regulares de transporte aéreo y marítimo. Así lo hicimos nosotros y por ello los ciudadanos canarios pudimos disfrutar de inmediato en 2017 de la subida del descuento en los trayectos interinsulares.

Como dice mi amigo Juan, es de libro la que están montando algunos en esta patética carrera por ponerse las medallas.

*Diputada del Grupo Popular por Santa Cruz de Tenerife