En el mundo del turismo, al igual que en todos los órdenes de la vida, la juventud es nuestro futuro. Así, debería de ser la misión más importante de nuestra vida dedicarle todo el tiempo posible a formarla y dotarla de los conocimientos más amplios sobre los avatares que la vida les va a propiciar, en esencial dentro del mundo sociolaboral en que se han de desempeñar, según las preferencias de cada cual.

La filosofía expuesta en las líneas anteriores responde, de hecho, a unas realidades imposibles de rebatir con otras, salvo que demos una imagen desfigurada de los propósitos que deben ilustrar nuestra existencia. Es lógico que muchas personas no lo entiendan, más preocupadas de su "yo" que de las exigencias que la humanidad nos depara.

Ocurre entonces que, en el amplio campo del desarrollo del llamado "fenómeno turístico" -que no es otra cosa que una conquista social que cada día crece de manera imparable en el mundo-, existen infinidad de entidades y personas que dedican su vida a las prácticas de las enseñanzas del "fenómeno turístico", adiestrando a la juventud para que sus esfuerzos se dirijan hacia la realidad de lo que hoy se ha dado en llamar un "turismo justo". Tuvimos ocasión, hace algunos años, en Torremolinos, Málaga, de asistir al I Congreso Internacional sobre Turismo Justo. Con algún despiste, propio de la bisoñez del caso, todas las intervenciones y ponencias respondían a una realidad contrastada e irradiaban una imagen positiva del tema.

Razones elementales, nacidas de un sentimiento de orden y justicia, han nacido para la creación de programas capaces de intentar trasmitir al máximo la expansión de los conocimientos y experiencias turísticas -estamos en "la era del conocimiento"-, para lo que ha hecho falta recurrir a inusitados recursos, algunos de ellos de difícil consecución, luchando a veces, como Don Quijote contra ilusorios molinos? Así, luchamos contra la incomprensión, la apatía, los celos, la envidia y la ignorancia. Son hechos y realidades que ocurren lo mismo, en Venezuela o Argentina, que México, Ecuador o Panamá? es decir, en todo el mundo hispano, naturalmente, y como "cabeza de serie" en España, donde personalmente hemos sufrido estos tremendos ramalazos de la injusticia?

Esa y otras muchas razones, hacen que las obras se conviertan a veces en una auténtica quimera, en la cual son múltiples los abandonos, la pérdida de importantes valores, y la muerte de muchos proyectos que han podido ser la solución para una desorientada juventud, que solo es formada con el único propósito de ganar mucho dinero para poder "vivir bien". Las excepciones son las propias de toda regla.

El escenario está servido. Parece entonces digno de resaltar y no echar al olvido, los esfuerzos sin límites de una juventud que sigue el camino correcto que marca el desarrollo ideal del mundo, concienciados de la importancia del turismo como el medio más eficaz, para erradicar la pobreza sociocultural y económica, hasta en los mas recónditos lugares del planeta, como bien indican los estudios y los hechos que la Organización Mundial del Turismo nos pone todos los días del año ente nuestros ojos.

Es a esa juventud a la que hay que apoyar. Es a la que se deben orientar todas las personas del bien que saben, ven y palpan las necesidades del mundo. Es a esa juventud que está desperdigándose por la faz de la tierra, en busca de la preparación y la orientación eficaz para después desarrollar su actividad con las debidas garantías de éxito, no solo para sus fines personales, sino para el de todos sus semejantes. Como debe ser.

Una de las preguntas de la célebre "Prueba Cuádruple" de Rotary Internacional, -de lo que se piensa, se hace, o se dice- nos viene a la memoria: ¿Será beneficio para todos?...

Por esta y por otra muchas razones, admiramos la gestión de muchos de los que dedican su vida a la difícil tarea de enseñar los valores del turismo, en su más amplio sentido, no importándoles para nada otra cosa que no sea la realidad de su trabajo, el hacer su cometido con la máxima decencia y al mayor esfuerzo, pensando solo en la recompensa moral del deber cumplido, luchando incluso con disparatadas acciones -hasta judiciales- que cercenas los más ambiciosos e ideales programas con injustas decisiones manipuladas por el poder constituido, para poder seguir ejerciendo el mismo sin importarles para nada el daño que se hace al mundo, al movimiento del turismo -elemento fundamental para conseguir la paz-, o a nuestra sagrada juventud, que será la generación del relevo, para la que hay que cuidar nuestros valores ancestrales para que los puedan disfrutar en todo su extensión y con mayor y mejor conocimiento.

Desde los más recónditos rincones del mundo hispánico, nos llegan diariamente informaciones de unos y otros elementos de juicio, que dan un auténtico valor a estos trabajos que comentamos. No es casualidad, y si excelencia y perseverancia en las tareas, el que las Islas Canarias con nuestro logo, estén presentes en estos fundamentales temas, en los mas importantes lugares de ese mundo, donde se debaten los conocimientos y los pormenores necesarios para lograr una buena puesta en escena de esta juventud que reclama para sí los dotes que la experiencia ha acumulado en toda la trayectoria que el desarrollo del turismo ha expandido por el mundo.

Hechos y realidades incontrovertibles que ilustran toda una gesta, donde se encuentran las más profundas huellas en organismos -públicos y privados- las más importantes empresas del turismo mundial, prestigiosas universidades, etc., dándole contenido y veracidad a trabajos y programas que han merecido al mas justo reconocimiento internacional.

Juventud? Divino tesoro? Ellos son el futuro?

*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo (OMT)