El refranero español, que es sumamente sabio, reza aquello de: "cría fama y échate a dormir". Claro que la fama te la podías crear tú solo o te la podían tirar encima tus detractores, con la insana intención de darte caña. Mientras hoy las noticias falsas en internet corren como la pólvora y la red se llena de bulos malintencionados denominados "fakes" o "fakes news", hay toda una especialidad de community managers dedicados a deshacer estos entuertos. Los generadores de opinión, la política, las nuevas conductas o la empresa son las principales dianas. Por ejemplo, el otro día Pedro Sánchez recibía en la Moncloa al nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torrá (te lo regalo). Pero en las redes se empezó a mover como alma que lleva el diablo que no se había puesto en la puerta sino la bandera catalana para recibir al independentista. Era mentira, la española estaba al otro lado de la puerta y con toda la mala baba y éxito del mundo un fotógrafo puso el angular que quiso para mover la instantánea.

Antes las cosas no eran así, el boca a boca era la más poderosa arma para desmontar a quienes las peores lenguas vicias y pécoras quisieran eliminar del mapa. Recuerdo hace unos años, en un restaurante de alto postín, que había un articulista que no paraba de dar leña a los intereses que defendía otro periodista con el que yo y otros tantos cenábamos. El arma del primero era la acidez, y la del segundo todo un ramillete de artimañas. En un momento de la cena el allí presente me preguntó en alto: "¿Oye, Alfonso es maricón?", a lo que yo respondí que no, que conocía a su pareja. Y ni corto ni perezoso me dijo entre carcajadas: "no importa, tú córrelo, córrelo". Para bien y para mal, cómo han cambiado los runrún en tan poco tiempo tú.

@JC_Alberto