No todas las ratas tienen por qué estar sentadas en algún despacho. Existen otras que deambulan por las calles santacruceras y que muy de vez en cuando vemos por ahí. Me refiero a las ratas de alcantarilla. Según la contabilidad de la empresa que gestiona las plagas en Santa Cruz, existen nueve ratas por cada habitante. Y si estimamos una población de doscientos mil vecinos, el número de ratas sería de entorno a un millón ochocientas mil. Y seguro que a ustedes se les pondrán los pelos de punta, pero además de eso creerán que es una barbaridad y se preguntarán dónde están. Pero si es una barbaridad, lo es si lo comparamos con qué. El ser humano ha llegado a la Luna pero no ha sabido cómo acabar con las plagas de ratas a lo largo y ancho del planeta. Vamos a comparar un huevo con una castaña: Santa Cruz con Nueva York. La capital económica del mundo es un nido de roedores que parece un parque temático. A las alturas de año que llevamos hay nueve mil denuncias ciudadanas por el peligro, la insalubridad y el tamaño que están alcanzando las ratas en NYC.

Pero esto llama más aún la atención cuando el alcalde, Bill de Blasio, tras un estudio con la Universidad de Columbia, desplegó una acción que costó tres millones de dólares. Lejos de mermar, la colonia de roedores aumentó de un 18% a un 40%. Se estima que en Nueva York hay 15 ratas por habitante, aunque a diferencia de Santa Cruz estas campan por la Gran Manzana con la tranquilidad de cualquier artista. El mundo no sabe qué hacer y en nuestra capital se pensó una vez qué pasaría si todos los chicharreros abriésemos todos los grifos al mismo tiempo para llenar las alcantarillas y ahogar tanta rata en el mar. Lo único que ocurriría es que reventaríamos las tuberías. Nos vamos a tener que acostumbrar a tenerlas como vecinas y cada vez serán más grandes. Y si en Santa Cruz casi no se ven, yo me he tropezado alguna que, como alguna vez he dicho, habría que tratarla de usted.

@JC_Alberto