Una semana más hay que alzar la voz con el propósito de reclamar al Gobierno central que actúe con mayor diligencia en las cuestiones referidas a Canarias. Y de paso, espolear a los responsables políticos de las Islas -de todos los colores-, para que no bajen los brazos. Las últimas palabras del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, acerca del nuevo Convenio de Carreteras que su departamento tiene pendiente de firmar con Canarias, hacen sospechar que el documento es objeto de otra moratoria -injustificada, si no se exponen los motivos-, pues apuntar "cuanto antes" es lo mismo que no decir nada, sobre todo si se trata de un asunto que viene coleando desde hace meses. Según el singular vicepresidente y consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, "no hay ningún tipo de obstáculo" para firmarlo, un argumento que viene empleando desde antes de finalizar 2017, pero que ha tenido el mismo éxito que el demandado cierre del Anillo Insular de Tenerife. Debería repasar la hemeroteca, para evitar caer una tras otra en el mismo error, y dedicar todos sus esfuerzos a convencer al ministro de lo necesario que es para las Islas el citado convenio. Si de verdad cree que "cada día sin firmar es un día que se pierde de poder adjudicar y comenzar obras importantes en todas las Islas", está tardando en recordárselo a Ábalos todas las mañanas. Ya se ha demostrado -también mientras gobernó el PP-, que de nada vale hacer declaraciones de vez en cuando sobre esta materia, pues a nivel estatal les entra por un oído y les sale por el otro.

La primera oportunidad de empezar a batallar es la visita institucional que mañana tiene previsto realizar el ministro de Fomento a La Palma. José Luis Ábalos no puede abandonar la Isla Bonita sin antes haber fijado día y hora para la firma del Convenio de Carreteras con Canarias. Ahí es donde el consejero de Obras Públicas se juega su crédito. Más que nada porque si no existe, tal y como él señala, "ningún tipo de obstáculo" para que el documento sea rubricado, entonces el ministro está jugando con los intereses de los canarios. Es preciso que el también vicepresidente del Ejecutivo autónomo ponga toda la carne en el asador y arranque al ilustre visitante una fecha concreta en la que materializar su "cuanto antes". Y en la misma línea están obligados a actuar los dirigentes socialistas canarios, si no quieren quedar retratados como simples comparsas del ministro.

La instalación de nuevos quioscos en la playa de Las Teresitas ha levantado una gran expectación entre los miles de usuarios de este bello rincón del litoral chicharrero. El desarrollo de esta zona de la capital tinerfeña, tantas veces obstaculizado por decisiones erróneas o intereses ajenos a los ciudadanos, retoma la senda de la cordura. Santa Cruz apuesta por dotar a su principal nexo con el mar de servicios y prestaciones de altura, para cubrir las demandas de las personas que habitualmente se acercan a la playa, así como los cada vez más numerosos visitantes foráneos. ¡Ahora, a cuidarla!