Este Gobierno estatal, cuyos pilares se apoyan en 84 diputados, independentistas catalanes y terroristas camuflados, es decir, alejado absolutamente de la mayoría y acercándose, alarmantemente, a un peligro que puede afectar a todo el país (jamás habíamos escuchado a una ministra chillando en el Senado), acaba de condonar millón y medio de euros a la Generalitat por los favores que esta viene prestando a los disparates de Pedro Sánchez. Los desatinos del presidente avanzan de tal manera que abarcan multitud de campos con sonoras dimisiones que implican a universidades prestigiosas.

Canarias no podía quedar al margen de esta serie de desaciertos olvidándola al no cumplir con los convenios pendientes con el Gobierno autonómico. Pero el Ejecutivo central se ha apuntado a la última propuesta de la Comisión Europea para eliminar el cambio de hora que se produce dos veces al año. ¿Qué pretende el señor Sánchez? Corregir el huso horario natural y que todo el país adopte la misma hora, igualando a la Península con el Archipiélago canario. Como era de esperar, el presidente canario, Fernando Clavijo, se ha manifestado en el sentido de que "en ningún caso Canarias debe tener el mismo horario que la Península". Esto es, si se cambia allí, habría que hacerlo también aquí. Los dirigentes de Coalición Canaria y Nueva Canarias se han opuesto a esta igualdad de horario, mientras los del PSOE canario han practicado en Madrid el noble arte de la genuflexión. No debe dejarse en la cuneta el beneficio gratuito que, para las Islas, significa la coletilla: "una hora menos en Canarias", que se escucha en todos los medios nacionales. Pero, tampoco puede olvidarse cuál y cómo fue el origen de esta formidable iniciativa. Como curiosidad, respetando los husos horarios como lo hace Canarias, en Cabo Verde tienen "tres horas menos".

Todos conocemos el martilleo constante de nuestro Archipiélago en los boletines informativos nacionales y en algunos programas. Lo bueno de todo esto es que no nos cuesta "ni un duro". Aunque ya hemos escrito aquí mismo sobre este asunto, es recomendable, para la pequeña y gran historia de Canarias y, sobre todo, para el Ejecutivo canario actual, la fecha y el autor, con nombres y apellidos, de este añadido que no ha hecho otra cosa que reportar obsequios a las Islas desde 1973, año en el que se inició la gestión formal ante el dislate que significaba que un canario escuchase, constantemente, una hora que no era la suya. El nombre del autor de esta coletilla es Enrique Sebastiá Sanz, director que fue de Radio Nacional de España en Canarias durante tres años, tiempo suficiente para poner en marcha una serie de proyectos profesionales que repercutieron positivamente en la audiencia de la emisora. ¿Cómo iniciar la "campaña horaria"? Al principio resultaría un poco incómoda porque habría que estar muy pendientes del final del informativo de Madrid, cuando el locutor dijera, por ejemplo: "Hasta aquí el boletín informativo de las 16:00 horas". Entonces se pinchaba desde aquí en el magnetófono una grabación efectuada por locutores canarios, Carmen Báez y Paco Álvarez (tinerfeños), que especificaban: "Las 15:00 horas en el Archipiélago. Radio Nacional de España en Canarias". Y luego se seguía con la conexión nacional? hasta el próximo boletín.

Había que mejorar la situación. Para ello, Enrique Sebastiá se puso en contacto con sus jefes en Madrid para proponerles lo que había pensado y qué podría hacerse desde los estudios en Prado del Rey. Por suerte, los profesionales de entonces entendieron enseguida el problema radiofónico, consiguiendo el señor Sebastiá, con seriedad y la autoridad que le confería su cargo de director de la emisora estatal en las Islas, no solo que se indicara desde los estudios en Madrid la hora canaria al comienzo de cada boletín, sino que, igualmente, se incidiera en ella al finalizarlos. Con lo cual, el viaje de Enrique Sebastiá a los despachos de la emisora central resultó doblemente fructífero. Si antes quedaba constancia en las ondas de la hora canaria al terminar cada informativo y cada diario hablado, ahora también se reflejaba ¡al iniciarlos!, con variables que introducían, e introducen, los diferentes locutores. Así, "a las? en el Archipiélago canario"; "cuando sean las? en Canarias"? y la más extendida: "Una hora menos en Canarias".

Esta realidad de una propaganda radiofónica y televisiva gratuita no la han tenido en cuenta en los distintos Gobiernos de Canarias. Y debería hacerlo el actual ya. El año que viene es una incógnita total y las distintas comisiones que se formen para otorgar las medallas de oro y los premios Canarias lo harán bastante antes de mayo. Es de bien nacidos ser agradecidos. Un reconocimiento a Enrique Sebastiá Sanz constituye un premio a un trabajo realizado de una manera ejemplar, eficaz, sin alharacas, con caballerosidad y en silencio. El Gobierno de Canarias está a tiempo de enmendar este olvido.