"Sonido o conjunto de sonidos que expresan una idea" (acepción 1 en el DRAE).

Con motivo de los exabruptos que nos obsequia reiteradamente don Quim Torra, don Pedro Sánchez, en tanto que presidente del Gobierno de España, decía recientemente que "no son más que palabras". O sea, poco más o menos que "no haber en una disputa o alteración (el procés catalán lo es) cosa sustancial ni que merezca particular sentimiento, cuidado o atención". Y se quedó tan ancho, como para desarrollar su periplo internacional y? a disfrutar de la Presidencia en tanto la mantenga.

Palabras, escritas, son las que contiene su tesis doctoral en Economía y que, al decir de informaciones, buena parte de ellas no son suyas.

Palabras son las que se pronuncian en los debates del Congreso. Y esas, al parecer del señor Sánchez, sí tienen gran importancia y merecen particular atención como "conjunto de sonidos que expresan una idea" al venir a decirle que tiene una cierta responsabilidad en el golpe que el independentismo catalonio está dando al Estado. Palabras son las que salen de la boca del señor Sánchez diciendo que corta toda relación con el señor Casado por no retirar aquella idea. Una forma de justificar la mala relación existente previamente. En teatro, las palabras son la arquitectura de la escena. Y el Congreso es puro teatro, con claque incluida.

Palabras, escritas, son las contenidas en los expedientes que obraban en el Archivo de Salamanca (archivo nacional) y que han ido saliendo hacia la Generalidad de Cataluña por deseo de esta y aquiescencia del Gobierno de España que presidió, de forma infausta el señor Zapatero (al que yo consideraba el peor presidente de nuestra democracia) y por la inanidad del Gobierno presidido por el señor Rajoy, que siguió permitiendo el saqueo de aquel Archivo. Saqueo que se sigue produciendo bajo el curso presidencial del señor Sánchez (que ha venido a mostrarse peor que el señor Zapatero y, además, empedernido embustero).

Mucho me temo que el saqueo de miles de expedientes de aquel Archivo, que contienen millones de palabras escritas, no tiene la intención de cambiar de aposento para la investigación sino de imposibilitar el conocimiento y estudio de cuantos desmanes se produjeron en aquella región durante aciagos episodios de la Historia de España. Rescribir la Historia, que parece ser el sino de nuestros días. Y los gobiernos de Zapatero, de Rajoy y de Sánchez permitiendo el desvalijamiento de aquel Archivo, siempre por la necesidad de comprar los votos del nacionalismo catalán. Y la sociedad, nosotros, como el que oye llover. Así somos.

Hoy en día es más sencillo confrontar que dialogar y se descalifica a quién piensa distinto. Todo es blanco o negro, buenos y malos. Parece que es mejor vivir en la consigna, negar lo evidente, que escuchar a los demás.

Esta semana he escuchado de todo por compartir y manifestar la opinión de los vecinos de Santa Cruz, señalando el deplorable estado en el que se encuentra el terreno y el propio espacio cultural El Tanque, ambos propiedad del Gobierno de Canarias, al cual instaba a tomar una decisión sobre su futuro.

Un espacio gestionado con desidia, con una actividad mínima en unos terrenos abandonados, que no merecen llamarse Bien de Interés Cultural, ni permanecer en medio del barrio de Cabo Llanos.

Me han llamado ignorante, me han atacado por pertenecer al Partido Popular, pero prácticamente nadie, de quienes se dicen defensores de este espacio cultural, se ha ocupado ni un minuto del asunto de fondo después de veinte años de desidia y silencio.

¿Dónde estaban los defensores del tanque en estos veinte años de olvido en los que ni se ha desarrollado el proyecto y en que su uso cultural es algo testimonial?

¿Por qué los que ahora se rasgan las vestiduras no han dicho una sola palabra ni han hecho nada para rescatar el tanque del abandono?

¿Alguien ha escuchado alguna vez a alguno de los dirigentes políticos que presumen tanto de protección del patrimonio romper una lanza o levantar la voz públicamente para acabar con esta vergüenza que está a la vista de todos?

¿Qué pecado he cometido yo al decir que eso, tal y como está, no merece protección y sí dignidad? ¿Es que nadie piensa en los vecinos de Santa Cruz? ¿En el aspecto que ofrece ese recinto a la ciudad?

Al parecer, a los defensores del tanque no les interesa el estado del tanque. Eso sí, que a nadie se le ocurra cuestionarlo y menos si eres del Partido Popular.

Todavía me sigue sorprendiendo la capacidad de tanto bien pensante, que no mueve un dedo ante la evidencia de que el tanque esté abandonado no desde hace años, sino décadas.

Yo no hablo de cultura, hablo de mi ciudad y reclamo públicamente, y estoy en mi derecho, que quienes tienen responsabilidad, reaccionen y actúen para sanear por completo ese entorno.

Yo no cuestiono que el tanque tenga premios y distinciones, al contrario.

Yo hablo de lo evidente, de la basura que se acumula, del vallado vergonzoso, del estado de abandono, del enfado de los vecinos, que a diario pasan al lado y se avergüenzan como yo.

Digan lo que digan, seguiré pensando y diciendo que ese tanque industrial, en el estado indecente en que se encuentra, no es ningún emblema del que los chicharreros podamos presumir, como dice la web del Gobierno de Canarias.

Y fíjense, es muy posible, que con mi denuncia pública, esté ayudando más a recuperar la dignidad de ese entorno que permaneciendo callada. Como otros.

*Primera teniente de alcalde del PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife