Allá por el año 1997, el Ministerio de Defensa pretendió que la isla de El Hierro cediera 70.000 metros cuadrados en el pico de Malpaso, puesto que mediante un Real Decreto se declaró Zona de Interés para la Defensa Nacional, lo que motivó que muchos herreños desembarcaran en el "Barco por la Paz", en Tenerife, que con 15.000 canarios iniciaron una marcha bajo el lema "Ni Lanzadera ni Radar, El Hierro para la Paz". Lo que ocasionó que al menos el proyecto de la Lanzadera se retirase, no así el del radar, que en un Consejo de Ministros se aprueba la captación, ahora de 3.175 metros cuadrados, en la zona del pico y aledaños pasando por encima de las decisiones de los ayuntamientos de la Isla, Cabildo y Parlamento de Canarias, que se opusieron a la implantación del mencionado radar.

El Ministerio de Defensa, además, argumentaba que era necesario para las operaciones de la navegación aérea, dado que en La Palma, La Gomera, El Hierro y Tenerife Sur las aproximaciones de aviones solo se pueden hacer mediante "vuelo con visibilidad" sin asistencias y lo de menos era atender un espacio de una isla declarada Reserva de la Biosfera por donde cada cuatro años el panorama se engrandece con los pitos, chácaras y tambores significando la plenitud cultural e identidad del pueblo herreño.

Pero andando el tiempo los gobiernos españoles no han cesado en el empeño de ocupar esos terrenos y tan es así que el actual secretario de Defensa, Ángel Olivares (que dicho sea de paso es militante del PSOE, carece de título universitario y solo tiene COU), insiste en la ubicación del radar y que llegaría a un acuerdo con las autoridades herreñas, pero lo que se le ocurre es que se ubicaría "momentáneamente" un radar de tipo desplegable, con lo cual se podrá comprobar que su impacto no es tanto como temen los habitantes de la Isla y que además esta instalación puede generar puestos de trabajo en una zona que la crisis ha afectado de manera especial.

Pues bien, ante este empeño reiterativo del Ministerio, la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados ha aprobado recientemente una propuesta que le pide al Gobierno que abandone sus planes de instalar el radar militar en Malpaso.

Ante esto y la amenaza de militarización de la Isla, es necesario que se vuelva a retomar este asunto y que las organizaciones políticas que velan por la defensa no solo de un patrimonio cultural que asiste a la zona, sino por la protección de Canarias, se motiven y que de nuevo ayuntamientos, Cabildo y Parlamento de Canarias se hagan eco de este rechazo que se ha manifestado en el Congreso y eleven su voz para que esta se agrande y mantener con firmeza que la Isla no sea un objetivo militar y de guerra.

Porque cuando existe cualquier conflagración en esta o aquella parte del planeta, los ejércitos tienen bajo su punto de mira todos aquellos artificios de guerra y ni Canarias ni la isla de El Hierro tienen que vivir bajo este panorama de incertidumbre.

Malpaso debe seguir manteniendo toda su raigambre cultural y ser un espacio emblemático de la Isla como lo es ahora, y consolidar lo que en aquella montaña, a la entrada del pueblo de San Andrés, está escrito sobre su tierra volcánica y que el tiempo, mas de veinte años, no ha borrado: "Ni Base, Ni Radar, El Hierro para la Paz".