"Conducto generalmente subterráneo por donde van las aguas sucias o las inmundicias de los pueblos". Y, al parecer, no solo esto. En su tiempo ya dijo don Felipe González, a la sazón presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, que "al Estado también se defiende en las cloacas". Corrían tiempos del GAL. Y creo que no le faltaba razón. Sucedió que cuando la inmundicia alcanzó la superficie, por despecho de un juez que no había alcanzado a ser ministro, aquel se llamó andana y fueron otros quienes dieron con sus huesos en el trullo.

Pasado un tiempo parece que por las cloacas fue avistada un ave galliforme de plumaje muy vistoso, un "faisán", que dio mucho que debatir en las sesiones parlamentarias del Congreso de los Diputados, donde el PP persistía en querer conocer los avatares de aquel "faisán" (se estaba negociando por parte del Gobierno del señor Zapatero con ETA pese al "pacto antiterrorismo" entre el PSOE y el PP). Cuando el PP llegó otra vez al poder el "faisán" voló de aquel espacio de inmundicia; como José Ternera había volado en la superficie. Nada de su paradero.

Han pasado unos cuantos años y estamos ahora, otra vez, con las cloacas a todas horas. Intuía lo de las cloacas en la vida política desde hace mucho tiempo. Lo entendí con la afirmación de don Felipe González. Pero ha sido tanto detritus vertido en las mismas que al tiempo de hoy deviene un ambiente irrespirable. Ahí están las grabaciones almacenadas por un espécimen de la cloaca que ha estado por esos andurriales con todos los gobiernos que hemos tenido de uno u otro palo. Ora el escándalo de la hoy ministra de Justicia y Notario mayor del Reino, cuando era fiscal de la Audiencia. Allí estaba quien fue nº 2 en la lista del PSOE y a quien don Felipe González no le otorgó ministerio. Aquí está, también, la que fue secretaria general del PP siendo presidente el señor Rajoy.

A cuanta rata de alcantarilla iremos conociendo. Que vergüenza. Y nos piden que no nos desafectemos de la política. Y la portavoz del poder ejecutivo nos decía el 28 de septiembre que teníamos "un Gobierno de granito bien engrasado". Y por tanto muy resbaladizo, digo yo. ¡Qué gente! ¡Qué horror!