Hoy acaban las fiestas de Navidad, fin de año y Reyes -aunque aún mañana sea festivo-, que por los indicadores facilitados han estado más propicias para el tejido comercial de las islas que en las ediciones precedentes. Según todos los indicadores hemos vuelto a niveles de consumo de antes de la crisis y parece que la alegría en las compras podría estar reflejando un mejor ambiente económico en todas las islas. Y es que las cifras conocidas esta misma semana dan esperanzas de que es posible rebajar la mítica cifra de los 200.000 desempleados. En diciembre se produjo una reducción del paro y a lo largo del año más de 9.000 personas encontraron empleo, lo que provocó a su vez un incremento en la afiliación media a la Seguridad Social. Unos datos que podrían ser mejores si el Estado hubiera transferido los casi 500 millones de euros que ha recortado de las cantidades previstas, pactadas y fijadas en los Presupuestos Generales del Estado, de donde se han detraído en beneficio de no se sabe qué ni quién. La disputa por estas cantidades es casi un monólogo de las autoridades canarias, ya que los socialistas no contestan. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que incluso prolongó su estancia en Lanzarote, ha rehuido el encuentro con el presidente canario y ahora se ha emplazado al próximo día 17 para abordar estos asuntos. Una fecha nueva que alarga la espera y elude momentáneamente responsabilidades, de seguir con una callada por respuesta, de ningunear a todo un pueblo o de despreciar unos acuerdos -los de la agenda canaria- que ya estaban contemplados en los Presupuestos del Estado. Muy pocas voces se han alzado en estas reclamaciones y ha primado más la crítica política que la demanda pragmática de unos recursos que se le detraen a una Comunidad ávida de todo tipo de inversiones para mejorar su movilidad, su sanidad, sus saneamientos, sus infraestructuras educativas o sus prestaciones en general. Unos fondos que servirían para ejecutar obras que emplearían a miles de canarios necesitados de un trabajo que les reporte un sueldo con el que mantenerse y cotizar para el futuro.

El encuentro entre Sánchez y Clavijo del próximo día 17 tiene que servir para desbloquear, al tiempo que se sientan las bases de entendimiento, y en eso los responsables canarios del Partido Socialista también se deben emplear a fondo y sin miramientos electorales. En beneficio de la ciudadanía, a la que se le puede hacer un servicio del que todos saldremos ganando. Aún existen dudas de que todo lo presupuestado en el 2018 se pueda rescatar, y un ejemplo de ello es lo que puede suceder con los 18 millones de euros previstos en un plan contra la pobreza que, aunque se firme en estos días, lo más seguro es que el dinero no llegue por estar fuera de plazo. O lo que sucede con el convenio de Las Chumberas que sigue alargando la amargura de los vecinos de esa zona, hartos de vivir entre puntales, desplazados de sus viviendas y huérfanos de esperanzas sobre la fecha en la que se acometerán las obras de reposición de los bloques de su barrio. Y han tenido que comprometerse el Cabildo y el Gobierno autónomo en aportar los primeros fondos para que el compromiso siga adelante y no queden abandonados a su suerte a los vecinos afectados. Por eso es tiempo de que el diálogo entre los dos presidentes esté exento de rencores y de postureo y avancen en acuerdos que repercutan sobre los ciudadanos. Hemos pasado de un año a otro, pero los problemas y asuntos a tratar siguen siendo los mismos y los protagonistas también.