Si yo fuera un socialista canario afín a Pedro Sánchez, estaría escondido debajo de un burgado. El presidente del Gobierno no ha tenido ni en el fondo, ni en las formas, la más mínima intención de solventar los proyectos que con Canarias se habían suscrito. Ha pasado y pasará de todo tal y como va el caminar de la perrita. Claro que un personaje que es capaz de pactar con quien quiere romper España, porque los independentistas catalanes no son como "Jordipuyoles", a los que callabas con pasta. Estos quieren romper el Estado y Sánchez ha pactado con ellos y con Podemos, que es el chavismo donde Dios lo puso. Y esto es jauja. La pregunta que sobrevuela estos días más de una cabeza es si se aprobarán los Presupuestos Generales del Estado (PGE), y nos encontramos con que no hay nada que no se supusiera.

Y es que, no seamos bobalicones, los Tardás y los Rufianes, o los Pablo Iglesias y compañía, siempre estarán con este Gobierno que es el que, bajo la única premisa de seguir teniendo el trasero pegado a la poltrona, ya ha entregado a estos personajes dádivas suficientes para tenerlos comiendo de la mano. Pedro Sánchez es uno de esos chuletas a los que les encanta que les supliquen, y en Canarias tenemos la suficiente dignidad y recursos para no llegar a eso. Y como ya anunció Fernando Clavijo, si se salta lo que ya es ley se encontrará con toda una batalla legal en la que las Islas no cesarán en absoluto. Este viene a Canarias de vacaciones y a actos del partido, pero mientras el presidente canario le ha pedido una reunión en donde sea, las mínimas relaciones institucionales se las pasa por el arco del triunfo. Cosa que hará mientras pueda porque es un sectario además de un megalómano.

@JC_Alberto