Los y las canarias somos muy sensibles ante las situaciones de guerra, persecuciones o hambre que se dan en otros países y que obligan a millones de personas a huir para salvar su vida.

Hace no mucho, éramos nosotros los emigrantes. Durante la dictadura franquista, millones de españoles nos íbamos a otros países acuciados por el hambre, la miseria o la persecución, muchísimas veces de forma clandestina. Pero hoy, algunos partidos políticos quieren olvidarlo.

Miles de canarios y canarias se marcharon a Cuba o Venezuela. En el caso de Venezuela recuerdo las historias que me contaba mi abuelo sobre cómo los jóvenes se escondían en el barranco de las Ceras, en Arico, para salir de forma clandestina en pequeños barcos que tardaban días y días en llegar, durmiendo al raso sobre la cubierta. Esta relación entre España y Venezuela ha sido de ida y vuelta, y hoy está aún más vigente, ya que la profunda crisis política, económica y social que vive Venezuela está haciendo que muchísimos descendientes de españoles estén regresando a España. Pero también venezolanos sin raíces españolas se están viendo forzados a abandonar su país ante la persecución, la violencia y la muerte.

Debo reconocer que pensé haberlo visto todo en política, pero reconozco que estamos asistiendo a una actitud muy peligrosa por parte del PP y me explico. El miércoles 23 de enero, el senador del PP por Lanzarote, en el debate de una moción sobre los Sistema Integrado de Vigilancia Exterior de Lanzarote, dijo auténticas barbaridades, cruzando todas las líneas morales y éticas, al afirmar, en relación a la llegada de inmigrantes irregulares: "?crisis migratoria, efecto llamada producido por un Gobierno que no ha hecho otra cosa sino que hacer anuncios relacionados con la inmigración irregular y alentando a que los inmigrantes accedieran a España sin ningún tipo de responsabilidad y además alentando a las mafias que actúen de esa manera".

La actitud del PP es deleznable, porque parece que ellos no estaban en el Gobierno hasta hace apenas 7 meses. Dejaron el 50% de las estaciones del SIVE de Lanzarote inoperativas, además mermaron las plantilla de la Policía Local y la Guardia Civil, y no articularon medidas ni de carácter preventivo ni de respuesta a un aumento de la inmigración que se viene produciendo desde el año 2013. No articuló el Gobierno del PP ningún tipo de medida de respuesta diplomática, policial ni de acogida.

Es execrable que traten de buscar el voto del miedo siguiendo los postulados de la ultraderecha, porque lo que hay aquí es un problema humanitario (personas que huyen de guerras, persecución o del hambre) y unas mafias que trafican con el dolor y las necesidades de estos seres humanos, mafias que solo buscan lucrarse y a las que no importa cuántas personas mueran en el camino.

Las pateras y los cayucos, desgraciadamente, llevan años llegando a nuestras costas. No solo desde que Pedro Sánchez es presidente. La diferencia es que ahora hay un Gobierno que tiene claro que la política migratoria es una prioridad, y antes el Gobierno del PP lo que hacía era mirar a otro lado y recortar partidas para la lucha contra la inmigración irregular.

Y como para el Gobierno del presidente Sánchez la política migratoria es una prioridad, en los presupuestos generales del Estado se recoge un incremento de más de un 18% en la cuantía para el mantenimiento de las estaciones SIVE con respecto al año 2018, porque entre las funciones del SIVE están detectar las embarcaciones a fin de evitar pérdidas de vidas. Además incluyen una tasa de reposición del 115% para la Guardia Civil y la Policía Nacional, con el objetivo de revertir la merma de las plantillas, fruto de los recortes del PP. ¿Qué va a hacer el PP? ¿Votará en contra de estos presupuestos por pura táctica electoralista y en contra de los intereses de los ciudadanos?

Además, en el ámbito de la Unión Europea, el presidente Sánchez está trabajando para hacer efectivas políticas de cooperación al desarrollo entre Europa y África, porque está claro que los países de origen no quieren que los jóvenes se marchen, porque eso resta oportunidades al desarrollo, pero necesitan de esa solidaridad global en beneficio de todos.

*Senadora del PSOE de Tenerife