Tomás Méndez Pérez ingresó por oposición en el Cuerpo de Magisterio Nacional. Impartió clases en Moya (Gran Canaria), en La Caleta de Interián, en Los Silos, desde 1959 hasta su jubilación en 1993, es decir, treinta y cinco años seguidos en el colegio Nuestra Señora de la Concepción, en su Orotava natal.

Colaborador habitual de los rotativos tinerfeños EL DÍA y La Tarde, es miembro y socio numerario del Instituto de Estudios Hispánicos y del Instituto de Estudios Canarios.

Es autor de varios libros, entre los que podemos destacar, "Garachico, cinco siglos", "Antecedentes históricos del Teide y las Cañadas", "La Orotava, cien años en blanco y negro (1858-1958)" y "Patios singulares de las Islas Canarias".

Ahora acaba de publicar "Balcones tradicionales de las Islas Canarias. Localización, descripción y clasificación".

El presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt decía que "el futuro pertenece a aquellos que creen en sus propios sueños". Y aquellos que tienen sueños suelen ser jóvenes. Y Tomás Méndez Pérez verdaderamente es muy joven, por su espíritu y capacidad de trabajo, independientemente de los años que tenga.

El prólogo es del profesor titular de Historia Moderna de la Universidad de La Laguna Adolfo Arbelo García, quien sienta algunas premisas del "balcón como elemento destacado de la arquitectura doméstica isleña que se expande con rapidez con el paso de los siglos por todas las islas".

Tomás Méndez Pérez ha recorrido todos los rincones de nuestra querida isla tinerfeña y de todas las otras islas canarias para conocer en profundidad los balcones tanto de las ciudades como de los ámbitos rurales. En perfecto estado de conservación, o mal conservados, restaurados o nuevos, no ha habido balcones que no haya visto o estudiado Tomás Méndez Pérez.

Los que están en haciendas agrarias; los eclesiásticos, situados en ermitas, conventos o iglesias; los de casonas de la élite insular o los de viviendas más modestas, de sectores intermedios y clases populares.

El libro es un estudio riguroso, y exhaustivo. Y, también tiene un gran descubrimiento. Hasta ahora todos habíamos pensado, que los antecedentes de los balcones canarios eran andaluces; pero, para, podríamos decir, asombro de todos hay que ir a la península española para rastrear sus antecedentes: y más concretamente en el norte peninsular, en Asturias, Galicia, Cantabria, Euzkadi, Navarra, Aragón, Cataluña es donde hay que situarlos.

Un testimonio muy valioso, el del catedrático de Historia de América de la ULL doctor Manuel Hernández González, que hace constar la profusión de estos elementos constructivos y distintivos en ciudades de distintos países de América, desde Puerto Rico a Cuba, Venezuela y Colombia, los balcones proliferan y prueban la proyección de la arquitectura de las Islas Canarias. En ciudades como Tunja, en Colombia, en su plaza mayor, un monumental balcón corrido en uno de sus frentes parece haber sido arrancado de la "Casa de los Balcones" de La Orotava.

El balcón, indica Méndez Pérez, tiene un elemento de sociabilidad, desde el que se observa , comenta y murmura con los vecinos, amigos o parientes, aspectos de la vida cotidiana, o se asiste a fiestas o conmemoraciones de carácter político, religioso o civil; en suma, el balcón se transforma en un observatorio del mundo exterior desde la intimidad del hogar.

Se van descubriendo rincones desconocidos, testimonios de un patrimonio histórico y artístico que refleja la creatividad de los artistas canarios. Un glosario de términos facilita la lectura y comprensión de la amplia terminología que se deriva del estudio de los balcones isleños.

En definitiva, es un magnífico libro para leer con calma, para disfrutar de sus magníficas fotografías, para adentrarnos en un mundo conocido, y para apreciar la belleza y la luz de nuestros queridos y admirados balcones canarios.

*Presidente de TuSantaCruz