Es la "degeneración progresiva de las facultades físicas y psíquicas debida a una alteración de los tejidos". Desde este punto de vista, parecería que algunos de nuestros políticos ejercientes están padeciendo esa degeneración, aunque solo aparente psíquica, a juzgar por las cosas que dicen y las que luego hacen; o las que vuelven a decir, que en nada se parecen a las dichas antes y aun absolutamente contradictorias. También pudiera ser que no sea una circunstancia de senilidad sino que sean formas de "expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, cree o piensa". O sea, simplemente, mentir.

Puestos en tales razones habríamos de convenir que nuestro presidente del Gobierno, don Pedro Sánchez, no está incurso en un proceso de senilidad sino que es de condición mentiroso. Pero hallándome preocupado por tal razón, tanto más por cuanto que del cargo que ocupa deberían desprenderse actitudes ejemplarizantes para el común de la sociedad que dice gobernar, me preocupan tanto más otros miembros del Gobierno de aquel como son los señores Borrell y Ábalos, ministros de Asuntos Exteriores y de Fomento, respectivamente. Y el señor Ábalos, además, secretario de Organización del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Vengo ahora a no entender porqué tenía un concepto tan elevado de dichos señores. Capaz que no los había catalogado adecuadamente. O que fui muy ingenuo al confiar en sus principios, no me parecía que fuesen "grouchistas".

No quiero creer que hayan sido víctimas de un maleficio de la Moncloa, porque allí mismo también se reúne el ministro de Agricultura, señor Planas, y no parece verse afectado. Es éste un político del partido al que da gusto escucharle de cuanto acontece en su área de influencia; magnífica la capacidad, claridad y sencillez que mostró en la entrevista que sostuvo con don Carlos Herrera en la mañana del día 31 de enero.

Otro asunto que me preocupa es la aparente "senectud" del PSOE en tanto que organización. Ciertamente es un viejo partido (fundado en 1879 por don Pablo Iglesias, el verdadero) que, precisamente por ello, debiera tener en su seno militantes de alta capacidad política. Y parece que no. Un repaso al actual Gobierno lo pone en evidencia. No es menester citar algunos nombres. Y para más demérito, se designan "independientes" para encabezar listas electorales. Ahora, para la Alcaldía de Madrid, a un exentrenador de baloncesto ¿No hay militantes capaces a tal fin? ¿Acaso no quieren compartir futuro con el "sanchismo"? Quizás sea que el "sanchismo" esté llevando al PSOE y a España al fondo del precipicio. Una parte de mi vida la entregué a este partido. Y juré a España. Y ambos me importan.