De los 31 municipios de la isla de Tenerife, un 45% (14 municipios) gestiona los servicios de abastecimiento, saneamiento y depuración de aguas residuales (servicios del ciclo urbano del agua, de competencia municipal) a través del propio municipio o de empresas públicas. En el resto de los municipios, el ciclo urbano se gestiona bien a través de concesiones administrativas (11 municipios), bien con participación de empresas mixtas de grupos empresariales y fondos privados globales especializados en estos servicios: Aqualia y Entemanser (Grupo FCC y el fondo Australiano IMF, con 11 municipios con concesión total del servicio), Canaragua (Grupo Suez y Grupo Itochu con 5 municipios, 2 de ellos con una participación minoritaria en Teidagua) y Sacyr-Vallehermoso (con cerca del 95% del capital de Emmasa en el municipio de Santa Cruz).

La gestión del ciclo urbano del agua implica, entre otras acciones, la coordinación de numerosos procesos técnicos y de atención al cliente, además de la inversión y gestión de infraestructuras hidráulicas públicas y privadas, a escala municipal e insular. Bajo el paraguas de la Ley de Aguas de 1990, la garantía de suministro en condiciones de cantidad y calidad suficientes, así como de recogida y tratamiento de aguas residuales, depende por tanto de un complejo entramado de agentes especializados y de las administraciones públicas, bajo la supervisión del Consejo Insular de Aguas de Tenerife. Sin embargo, los resultados de este modelo de gestión en Tenerife podrían ser más eficientes y sostenibles con sistemas de control, supervisión y benchmarking entre municipios, a escala insular, que favorezcan la competencia y la información sobre subvenciones cruzadas entre municipios y entre agentes y ciudadanos. Necesitamos una industria del agua a nivel insular mucho más transparente, en definitiva, y en todos los sentidos.

Así se desprende del informe de 10 años de cumplimiento operativo, administrativo, social y medioambiental que acabamos de finalizar un equipo de investigación de la Universidad de La Laguna para la empresa mixta Teidagua SA, solicitado a su vez por el pleno del Ayuntamiento de La Laguna, que presta servicios desde hace 25 años en los municipios de La Laguna y Tacoronte. De hecho, Teidagua es una de las empresas de ciclo urbano del agua con más antigüedad en la isla de Tenerife y la única que realiza un servicio de carácter mancomunado. Actualmente, la empresa atiende a más de 180.000 habitantes en un área aproximada de 130 km2, con más de 88.000 puntos de suministro y una red de canalizaciones con 1.432 km para el abastecimiento y 570 km para el saneamiento. El volumen de agua consumida entre los años 2006 y 2016 en ambos municipios ha experimentado un descenso del 9%. En términos per cápita, el consumo medio de todos los tipos de usuarios descendió un 13%, pasando de 142 a 123 litros por habitante y día entre los años 2000 a 2016 para el conjunto de los abonados domésticos.

Desde su origen, los principales retos de Teidagua han sido la extensión de la red de abastecimiento y depuración a lo largo de los 45 núcleos urbanos -con diferencias de altitud significativas y una gran dispersión de la población en el territorio-, y la mejora de la calidad de suministro debido a los elevados contenidos de flúor y sodio en las aguas provenientes del acuífero insular. Hoy en día, gracias a un sofisticado sistema de sensorización y telecontrol que le permite supervisar en tiempo real todas las infraestructuras, redes municipales y tratamientos, Teidagua no solo ha cumplido con esos objetivos sino que alcanza uno de los niveles de eficiencia hidráulica más elevados del sector -con un 85% de aprovechamiento de las aguas de suministro-, y ha eliminado las restricciones de consumo por contenido de flúor y sodio de las aguas de suministros al incorporar la explotación de pozos propios (Pozo de la Canteras). Como en el resto de los municipios de la Isla, los retos a futuro incluyen un inventario completo de la red de alcantarillado, saneamiento y de pozos negros, colaboración con los ayuntamientos para mejorar la red de aguas pluviales, así como el desarrollo de la red de infraestructuras de desalación, depuración y reutilización de aguas residuales a escala local y comarcal que garanticen el suministro y la sostenibilidad del servicio en los municipios en los que opera.

Finalmente, Teidagua ha reforzado y modernizado en los últimos años todos los servicios de atención al cliente. Por un lado, la implantación de contadores inteligentes a lo largo de su red de abonados proporciona información en tiempo real y el control directo de los niveles de consumo, facturación o de ahorro de agua, incluyendo el más moderno sistema de establecimiento de alarmas, detección de fugas y fraude por parte de los propios abonados a través de los dispositivos móviles. Por otro lado, la modernización de sus canales de atención al cliente, tanto con la renovación de la oficina presencial en sus instalaciones, como con la incorporación de nuevos canales de comunicación, a través de las redes sociales, y la realización sistemática de encuestas de satisfacción, completan un cambio de imagen absoluto ante el ciudadano y sus clientes.

Tal y como concluye el informe, la empresa mixta Teidagua cumple sobradamente con el entramado normativo que regula la prestación de servicios de ciclo integral o urbano del agua en los dos municipios en donde opera. Dispone además de todas las infraestructuras necesarias, de una política de innovación y de reinversión que garantiza su sostenibilidad a largo plazo, de un equipo de trabajadores especializado y formado para afrontar dichos retos, y de un firme compromiso con la comunidad en donde opera, más allá de cumplir con su obligación de servicio público, como no se observa en ninguna otra empresa privada, mixta o pública en la isla de Tenerife.

Si tenemos en cuenta que la mayoría de municipios en la Isla no tienen capacidad para reducir las pérdidas de agua en sus redes, y que estas pueden superar fácilmente el 50% del agua que registran como entradas, que facturan a sus abonados con un cargo en el banco como si se tratara de un impuesto local más, que no tienen web, ni personal técnico visible, ni información sobre las infraestructuras o sus fuentes de suministro y vertido de sus aguas residuales, que no tienen un número de teléfono donde comunicar una avería, que no tienen planes de inversión en sus presupuestos, y que no se sabe ni cuánto facturan, ni a quién, ni a dónde van los ingresos, debemos concluir que la gestión de la empresa mixta Teidagua es un modelo de cooperación público-privada que podría servir de referencia en la Isla para el resto de municipios.

*Directora del Máster en Dirección y Planificación del Turismo y subdirectora de la Cátedra de Turismo CajaCanarias-Ashotel de la Universidad de La Laguna