Es noche cerrada. Suena el despertador. Me levanto. Me lavo la cara. Me pongo ropa y tenis deportivos.

Salgo a la calle. Es de noche. Hace frío. Ando unos cincuenta metros. Llego al gimnasio en la calle San Francisco, en nuestro entrañable barrio chicharrero de El Toscal.

Nuestro entrenador personal, Manu, nos recibe con una gran sonrisa. Además, es una persona muy profesional y muy agradable.

Me alegra empezar el día con personas conocidas. Somos como una familia. Alegrías y risas nada más vernos todos los que acudimos a muy temprana hora a hacer deporte. Ya están haciendo ejercicio unas diez personas. Es bueno hacer estiramientos antes de empezar cualquier actividad deportiva.

El televisor del gimnasio nos muestra imágenes tranquilas, agradables. A veces, de castillos impresionantes de Europa. Otras, de tranquilas playas paradisíacas.

La música es tenue, nada estridente.

Los músculos empiezan a estirarse. Vamos entrando en calor.

Sin ejercicio no hay paraíso.

"Todo es posible en la medida que tú creas que es posible" es la frase que con letras mayúsculas ilustra el gimnasio.

Bebo agua, mucha agua; es muy bueno hidratarse. Empiezo a sudar.

El sol intenta tímidamente aparecer.

Cada día mi ''personal training'' me va cambiando de ejercicio: de bicicleta estática a cinta andadora; de bicicleta elíptica a TRX; de las mancuernas a las pesas; de los abdominales al balón medicinal? Y el ''step'', que cada vez que lo hago me parece que estoy subiendo las escaleras de la mítica Torre Eiffel.

Además de hacer ejercicio también es bueno controlar la comida. Comer de todo, pero en cantidades normales. No abusar de las bebidas alcohólicas.

Se apagan las luces de las farolas que han iluminado toda la noche las calles chicharreras.

Empieza el trasiego de gente. Vemos las mismas caras todos los días: el militar que con paso seguro se encamina al cuartel de Almeyda; los paseantes de sus queridos perros; los padres que acompañan a sus hijos al colegio; los mayores que caminan oyendo la radio. La gente de nuestro barrio, el barrio de El Toscal, y personas de diferentes distritos de nuestra ciudad, y de los pueblos de Tenerife, que se acercan a iniciar la jornada diaria de sus respectivos trabajos.

Vamos terminando nuestro ejercicio físico. Muchas de nuestra articulaciones han estado activas. No se trata de hacer un sobreesfuerzo, sino de que nuestro cuerpo tenga bienestar.

Hábitos de vida saludable.

Costumbres para toda la vida.

No todos venimos al gimnasio para bajar de peso; algunos lo hacen, para subir el mismo. Y todos, por salud.

Ya ha amanecido. El sol ya ha salido.

Vuelvo a hacer estiramientos.

Regreso sudoroso a casa. Ducha refrescante y a empezar la actividad laboral tras haber cumplido ya con la actividad física.

Mens sana in corpore sano.

*Presidente de TuSantaCruz

Tengo la sensación de que el juicio está siendo una cosa distinta de lo que unos y otros pensaban. Por un lado, la insólita transmisión en directo hace que las razones de parte y parte lleguen sin intermediarios a la gente, que empieza a ver que no todo es blanco o negro, y hay grises. Pero además, y sobre todo, el esfuerzo de los acusados en demostrar que lo sucedido aquellos días en Catalunya no fue un golpe, ni hubo una declaración de independencia, ni el menor intento de imponer nada por la fuerza, ni de incumplir la ley, sino que se trataba más bien de un simulacro, una representación escénica o, a lo sumo, una jugada de farol, que puede acabar prosperando, con lo cual se librarían de una condena dura de cárcel, pero a la vez se quedarían sin munición, pues si todo aquello fue poco más que una broma, ya me dirán quién se tomará en serio la próxima colección de "focs artificiales".