Tras el cese de la gestión del cine Víctor por parte del Cabildo, la Viceconsejería de Cultura del Gobierno canario se ha visto obligada a buscar un lugar provisional para proyectar los ciclos de la Filmoteca. Así, a partir del 15 de enero las sesiones se desarrollarán en los multicines Renoir Price de la capital tinerfeña.

Se trata de una decisión temporal para dar salida a los pases de esta entidad dependiente del Ejecutivo autonómico, que hace más de cuatro años suscribió un convenio con el Cabildo para proyectar sus películas en el Víctor. El primer ciclo que la Filmoteca proyectará este año será el de cine francés contemporáneo y que se extenderá desde el 15 de enero hasta el 26 de febrero con títulos como "Flandres", de Bruno Dumont; "Mala fe", de Roschdy Zem, y "Duchas frías", de Antony Cordier, entre otros.

No obstante, se trata de una solución eventual, pues la Filmoteca busca desde hace años una sede definitiva tanto para proyectar sus ciclos como para albergar su patrimonio, que actualmente se encuentra en la Biblioteca Pública del Estado.

Una salida para el Víctor

Mientras los propietarios del emblemático cine Víctor, fundado en el año 1954, esperan reunirse con el responsable insular de Cultura, Cristóbal de la Rosa, para la entrega oficial del local, dos empresarios canarios estudian la viabilidad de un proyecto para dar continuidad a la actividad del inmueble.

El director de Rider Producciones, Martín Rivero, junto con el responsable de una empresa de distribución de películas, ya han planteado a los responsables de Cultura tanto del Gobierno canario como del Cabildo de Tenerife la posibilidad de "resucitar" la sala a través de una fórmula mixta en la que las empresas privadas aportarían su experiencia profesional, mientras que las administraciones públicas tendrían que apoyar el proyecto a través de ayudas económicas.

Martín Rivero explicó que el próximo paso para tratar de sacar adelante esta iniciativa pasaría por hablar con sus propietarios, al tiempo que aseguró que también es importante buscar "la colaboración del elevado número de personas que han recogido firmas de apoyo al cine Víctor para hacer una especie de club de amigos de la sala". Con esta iniciativa, el responsable de Rider pretende que este colectivo aporte su "granito de arena" en forma de cuota mensual, "como un abono para asistir a los eventos que allí se organicen".

Rivero cree que esta fórmula mixta es la "ideal" para sacar adelante la actividad en el inmueble, ya que la iniciativa privada por sí sola "no puede hacerse cargo de un proyecto de esta envergadura", aunque valora el hecho de que ambas entidades aportan su larga experiencia en organización de eventos y distribución cinematográfica, respectivamente.

El director de Rider es consciente de que el proceso llevará "un tiempo", aunque espera que el proyecto llegue a materializarse.