despierta en las almas:

ha nacido el Niño

Fuente de Esperanza,

Río por do corren

sus venas de Gracia,

la Dicha sin límites,

su Eterna Palabra.

Amplios horizontes

lo esperan ansiosos,

conciertan las voces

el canto en su entorno,

de blanco se visten

los deseos nobles

que quieren fundirse

y no saben cómo.

Vibra la Verdad,

en su Luz hay ráfagas,

un mar de ilusiones

se enciende y no acaba,

abren los caminos

un Nuevo Mañana,

saludos dispersos

se agrupan y agrandan.

El abrazo fluye

de tierras lejanas,

aviva el humano

sus ansias, y escapa

para darle besos

al Niño en su Magia

y gozar atento

su Ternura nata.

Juan Antonio López de Vergara y Batista

Noche de ilusión

Ya vienen los Reyes Magos

con hermosas ilusiones,

los niños están contentos,

sienten raras sensaciones.

Mágica noche de Reyes,

amanece el seis de enero,

espero que me regalen

los presentes que más quiero.

Ya se oye el tintinear

de los camellos esbeltos,

voy a acostarme temprano.

¡que no me pillen despierto!

Melchor, Gaspar, Baltasar,

haced un alto en mi hogar

y dejadme algún presente

que pueda generar paz.

Un cochito, una muñeca;

otro juguete cualquiera,

pero que jamás me falte

alguien que siempre me quiera.

A. Velázquez

Desde el cielo a mis padres. Javier Fernández de la Puente y Ángela

Desde aquí, de lo más alto del cielo

te felicito, mamá,

te deseo para ti y para papá

amor y felicidad.

También aquí en el cielo

hacemos nuestro portal,

la Virgen y San José

y el Niño resplandeciente

de cariño y de bondad.

El portal con rosas blancas,

con azucenas y lirios

y el cielo iluminado

y cánticos por todos sitios.

Todos cantamos al Niño

con amor angelical:

los ángeles con violines

cornetas los serafines

y el rabel los querubines.

Todo es paz y alegría,

todos le hacemos regalos,

oraciones y corazones

que sean puros, limpios y sanos.

Entre ellos está el tuyo

yo se lo ofrecí al Niño

porque sé que el tuyo es puro y limpio.

Yo soy muy feliz, mamá,

yo no quiero que estés triste

porque ahí nada es eterno

porque hasta el viento y la brisa

terminan con la cenizas.

Tu hijo desde el cielo, Javier