Francisco Melo Sansó es el principal introductor de películas independientes en las Islas. Entre 1955 y 1971 ocupó puestos directivos en la multinacional estadounidense Columbia, para la que trabajaba en Venezuela. Con el fin de independizarse regresó a Canarias, donde ha llegado a tener diecisiete compañías de forma simultánea. Como exhibidor, ha comprado cines de pantalla única y ha abierto multisalas, en compañía de socios y en solitario: ejemplo de ello son el Galaxy, en Las Palmas de Gran Canaria (1985-2007); el Aguere, en La Laguna (1989-2004) y el Price (1990), en Santa Cruz de Tenerife. Actualmente, es el dueño de los multicines Monopol de la capital grancanaria (1998), el último reducto cinéfilo, junto al Renoir-Price de la capital tinerfeña, que existe en las Islas. Recientemente, ha sido homenajeado por Filmoteca Canaria, con la edición de un libro que recoge sus recuerdos.

-¿Qué es el cine para Francisco Melo?

-Todo. Llevo sesenta años trabajando en el cine. Cuando tenía ocho años ya circulaban películas por mi casa. Mi abuelo materno consiguió en 1937 trabajar con la Columbia. El cine es un negocio que vende ilusiones.

-¿Cuáles son sus películas predilectas?

-Muchas. Una de ellas es "El violín" (2005), el filme más premiado del cine mexicano. "El violín" tiene más suspense que la mejor película de Alfred Hitchcock. De la época clásica, "Napoleón" (1927), de Abel Gance.

-Vivió dieciséis años en Venezuela, entre 1955 y 1971, periodo en el que trabajó como gerente de Columbia. ¿Cómo era la época del esplendor de los grandes estudios?

-Cada estudio tenía su línea, pero las películas salían cortadas casi por la misma tijera. Todos los estudios produjeron grandes títulos, pero en el musical nadie superó a la Metro Goldwyn Meyer. Era una época más rutilante e ilusionante que ahora porque los actores llenaban la pantalla. Intérpretes como Gary Cooper, Greta Garbo o Humphrey Bogart no tienen sustitutos. Se ha perdido el glamour de las grandes estrellas. ¿Dónde están Ingrid Bergman o Katherine Hepburn? El actor más completo ha sido Charles Chaplin, porque no sólo actuaba sino que escribía el guión, dirigía y componía sus bandas sonoras.

-En esta época conoció a personajes importantes del cine como Mario Moreno "Catinflas". ¿Cómo era en el trato personal?

-Cantinflas era una persona responsable al máximo. Él vino a Venezuela porque la esposa del presidente del país, Rafael Caldera, era responsable de una asociación de niños y solicitó su apoyo. Para la ocasión se proyectó una película de Cantinflas, y él en persona quiso supervisar el pase, para lo cual subió a la cabina de proyección. Así estrenaba Cantinflas sus películas.

-¿Cómo lidió con la censura venezolana?

-La censura en Venezuela no era de tipo moral como en España durante el franquismo. El censor no suprimía parte de una cinta, pero era quien le otorgaba la calificación por edades, de lo cual dependía la recaudación de la taquilla. Cada estado tenía sus propios censores, y éstos podían llegar a conclusiones diferentes. Trataba personalmente con los censores, a los que, a veces invitaba a comer.

-Viviendo en Venezuela, el escultor Tony Gallardo quiso convencerle de que regresara a Canarias para luchar contra el régimen franquista. ¿Porqué le hizo caso omiso?

-Sencillamente porque tenía una mujer y una hija de meses. No tenía ningún sentido volver por aquella época. No podía pelear contra fantasmas cuando tenía a dos personas a mi cargo.

-¿Por qué decidiópasar de distribuir películas a exhibirlas?

-La distribución no es fácil porque uno tiene que ofrecer la película adecuada para cada momento. El paso de ser distribuidor a exhibidor de filmes fue propiciado por las dificultades que siempre hay para estrenar. Mi primera experiencia en serio como exhibidor fueron los multicines Galaxy''s en Las Palmas en 1985. Reservé la sala 3 para el cine independiente, pero tras cuatro meses empecé a tener problemas para mantenerla. Dejé de programar cine independiente de forma continua, aunque pude seguir proyectándolo gracias a la organización de ciclos.

-¿Qué recuerdos tiene de la inauguración de los multicines Aguere de La Laguna en 1989?

-La inauguración fue muy bien, e incluso acudió el alcalde, Elfidio Alonso, pero luego llegó la decepción porque el público no respondió como esperaba. Fue la etapa en la que el público universitario asistía menos al cine. Sin embargo, en una época anterior, el Cine Parque Victoria se llenaba de estudiantes. Con la cantidad de universitarios que iban antes al cine, es deprimente que la semilla que dejó Yaiza Borges no haya germinado

-¿Por qué decidió convertir el cine Price en multisalas en 1990?

-Porque en las multisalas los costes de personal son más bajos y porque los tiempos cambian. Por entonces ya no era rentable gestionar un cine de pantalla única. Luego con internet ha llegado la hecatombe. El cine no se puede ver gratis.

-Con la apertura de los multicines Monopol ha abogado por filmes de claro corte independiente. Desde 2005 su continuidad se encuentra en peligro. ¿Cerrará también el último cine en manos de empresarios canarios?

-A partir de 2005 empezó una curva descendente, sin embargo, afortunadamente, desde el año pasado el Monopol está remontando. He tenido ofertas de varias empresas para vender el cine y poner en funcionamiento otros negocios. El último Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria ha hecho más taquilla que otras ediciones. El Monopol es el único cine en la capital grancanaria que ofrece películas independientes. ¡Vayan a los multicines Renoir Price en Tenerife! En ambos cines se proyectan filmes en los que la mujer es la heroína porque cuentan historias cotidianas.

-¿El cierre de cines señeros como el Capitol en Las Palmas de Gran Canaria, el Aguere en la Laguna o el Víctor en Santa Cruz de Tenerife señala el fin de una época de entender el cine?

-Desgraciadamente, sí. La peor época para el cine es ésta. El cine antes era un acto social, la gente se arreglaba para ir a ver una película. Ya no existe la ilusión de antes.

-¿Por qué no se prohíben las descargas ilegales en internet?

-España es el primer país del mundo en piratería. ¿Qué podemos hacer los exhibidores? El Ministerio de Cultura nos dice que dentro de tres o cuatro años podrán tomar medidas porque ahora sería una decisión impopular. ¿No es impopular que el año pasado hayan cerrado más de cuatrocientas salas de cine? En Francia se corta la conexión a internet tras dos avisos. Habría que hacer lo mismo aquí. Es inimaginable que el cine se vea gratis.

-¿Por qué seguir en activo con 80 años?

-Porque no puedo vivir sin hacer nada. ¡Qué mejor que esto! Conozco a todo el mundo en el negocio del cine y todo el mundo me conoce a mí. Se vive de ilusiones.